Un viejo recuerdo

Después de aquel desmadre de fiesta de fin de año, en el que había habido demasiado de todo, lo único que no se esperaba era dormir dos días, pero cuando se despertó y miró el móvil no pudo negarlo, marcaba las 19:36 del tres de enero.

Se levantó y desperezó, se sorprendió de no tener resaca, pero lo agradecía de todos modos.
Era demasiado tarde y nadie lo había despertado aún y todas las persianas estaban bajadas. Demasiado raro, su madre era una especie de obsesa  y siempre lo mantenía todo bien iluminado. Algo no le olía bien y esa sensación se acrecentó al oír un llanto no muy lejano. La voz le sonaba, pero había algo raro en ella.
Al  pasar por delante de su hermana el llanto se hizo más claro. Estaba allí. Fuera quien fuera.
Entró y entre la oscuridad intuyó la silueta de la persona que al oír los pasos se giró. Cómo no la distinguió la iluminó con la pantalla del móvil. Lo que vio por poco le detiene el corazón:el cuarto estaba destrozado y manchado de sangre y sobre la cama una mujer muy delgada con la piel pútrida, el cabello gris, garras y los ojos rojos y brillantes.
Al recibir el foco de luz la mujer gritó y por poco se abalanzó sobre él, que salió corriendo asustado.

-Eh. ¿Estás bien? -le susurró su compañero.
-S..sí. Sí.
-Te has quedado como ido cuando has visto a la witch.
-He recordado... algo.
-Y que...- le hizo un gesto indicándole que no era el mejor momento para hablar, al que le respondió asintiendo.

Llevaba ya unos meses sobreviviendo en un apocalipsis zombie en el que había perdido todo, o casi. Aún espera poder encontrar una forma de poder salvarse.