jueves, 27 de octubre de 2011

Chapter 3 Hollow Envy

Trace levantó la mano y dio un chasquido. Al instante, todo a nuestro alrededor se derrumbó como un cristal roto dejando paso a una gran sala cuadrada en medio de una nada oscura. La sala estaba rodeada de columnas. Una de ellas estaba en el medio, rota y tenía algo clavada.

¡Estaba alucinando!¿¡Dónde estábamos!?¿¡Cómo habíamos llegado hasta aquí!?Todo eran dudas, pero no tenía miedo a seguir adelante y descubrirlas. ¿No era un sueño?¿Y si me pellizco?¡Auch!¡Duele!Vale no es un sueño. Llevaba esperando algo que cámbiese todo, pero no esperaba que fuese algo así, pero no era momento de echarse atrás



Trace se acercó a la columna del centro de la sala.

-Acércate.

Me acerqué.

-He aquí tu arma, si puedes sacarla, claro.

Sonrió y yo asentí.

-Antes debes saber una cosa muy importante: no eres el primero que pasa por aquí. Antes que tú ya hubieron otros varios con un poder parecido, pero que al final resulto ser falso o inadecuado.
-¿Qué pasaría si el mio tampoco fuera el necesario?
-Lo olvidarías todo, todo lo que ha pasado hoy se borraría de tu mente. Los descubrimientos de hoy seguirían siendo un misterio. Pasaría lo mismo si te echas atrás.
-Está más que decidido. Quiero un cambio en mi vida y esto pinta bien, parece la ayuda que me hace falta para el giro de 180 grados que necesita.
-Me alegra tu optimismo, pero no será un giro de 180 grados, sino de 360, tenlo en cuenta. Además, esto no es algo que puedas dejar cuando quieras y volver retomar pasado un tiempo. Recuerda que esto no es un videojuego. Puede llegar a haber vidas en juego.
-Vale.

Pintaba serio, pero Trace tenía toda la razón, no es algo para tomar a la ligera.

-Pues si estas listo empuña la que puede ser tu espada.

Me acerqué a la columna. Estaba nervioso. Mi estilo de vida estaba en juego. Todo se decidía en unos instantes.
Alargué el brazo y agarré la empuñadura. Sentí un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo. No sé si era el nerviosismo o por si realmente la espada estaba reaccionando.
Respiré profundamente y tiré de la espada.Salió y pude ver su estado lamentable.

Estaba en muy malas condiciones: rota, le faltaba la mayor parte de la hoja, numerosas melladuras en lo que quedaba y estaba prácticamente entera oxidada.

-¡Enhorabuena!¡Eres uno de los elegidos!

A Trace se le veía ilusionado. La verdad es que yo también lo estaba, estaba a punto de vivir aventuras y con mi mejor amigo.

-¡No puedo usar esto!¡Esta hecho polvo!
-Tranquilo. Aún queda un paso más que tienes que dar.
-¿Y cuál es?
-Debes darle un nombre.
-¿Un nombre?
-Si. Un nombre la era diferente, le dará poder, la hará única.

Miré la espada a la espera de la inspiración, pero su estado no me inspiraba nada. De repente una chispa salto en mi cabeza. Dos palabras.Unidas sonaban bien y no era nada complicado.Sonaban bien.

-Hollow....Envy
-¿Cómo?Más fuerte.
-¡Hollow Envy!- proferí levantando la espada.

En el mismo instante en el que termine de decirlo la espada empezó a brillar y a cambiar.

-¿¡Qué esta pasando!?
-Espera y verás.

La espada termino de brillar y pude ver el cambio: parecía una katana, pero diferente, la hoja más recta, plateada y alargada, más ancha por el extremo, empuñadura negra, con una placa con una cruz grabada y una cinta roja le recorría parte de la hoja.

Miré mi reflejo en la hoja de la espada, podía ver mi asombro, estaba impresionado y no era para menos, hace un momento la espada no era más que una ruina y ahora estaba reluciente y parecía recién forjada.

-¿Cómo lo he hecho?
-¡Porque eres el elegido, sino hubieras sido incapaz!

Miré de nuevo la la espada. Al final había pasado la prueba. No había sido nada demasiado duro. Lo conseguí. Ahora tocaba luchar contra los malos. Guay.

-Creo que es hora de que conozcas como es la mía.

Trace se descolgó la guitarra y tocó unos acordes que nunca antes le había escuchado.Sonaban bien. Era diferente a todo lo que había escuchado antes.
Cuando la última nota se perdió en el aire la guitarra empezó a cambiar y a transformarse en una sierra negra con la misma forma que la guitarra, las cuerdas desaparecieron y ahora eran relieves grabados en la sierra.

-¡Alucinante!¿Cómo lo has hecho!?
-No puedo ir por ahí con Hellblade Away,¿verdad?

¿Hellblade Away?Será su espada, por llamarla de alguna forma, ya que o dejaba de ser una guitarra, pero con dientes de sierra. Pero tenía razón, no se puede ir por ahí exhibiendo un arma.

-Tú también vas a tener que hacerlo, ¡pero ahora practicarás!-dijo adoptando una pose que invitaba a luchar.
-¡No quiero luchar contra ti!

No sirvió de nada. Al ver que  no hacía nada, antes de que pudiese terminar la frase ya se había lanzado contra mi. Paré sus ataques y cuando pude se los devolví. Me los paró.

Antes de que me diese cuenta estaba luchando contra él. Intentaba recordar todos los movimientos que hacían los protagonistas de los videojuegos que jugaba e intentaba imitarlos: primero un tajo vertical y rápidamente lo acompañaba de otro horizontal. Ahora dos cortes cruzados e intentamos clavar la espada.¡Bien! Trace no se es esperaba ese último movimiento.

Estuvimos así un rato, no mucho, pues ambos acabamos agotados pronto.

-No...no lo haces....mal.-me dijo Trace sentado en el suelo a mi lado.
-Tú tampoco.....

Estaba tirado en el suelo. Sudaba, y mucho. Se notaba que no tenía práctica y que Trace estaba algo más entrenado que yo, ya que apenas estaba sudando y no estaba tan cansado como yo. Parecía que podía continuar. Yo estaba muerto, no hubiese podido seguir.

Trace se puso en pie y me tendió una mano.

-¡Arriba!¡Queda el último detalle!

Le cogí la mano como pude y me levanté con su ayuda.

-Llega la parte en la que deberás ocultar tu espada. Elige donde vas a esconderla.

Busqué en los bolsillos.Saqué el móvil.

-¿Vale?
-¡Sí!¡Además así siempre podrás llevarlo contigo sin problemas!Yo elegí la guitarra y a veces me arrepiento.

Hizo una mueca de desagrado y rápidamente la cambió por una risa.

-¡Qué comience el rito!

Sacó una tiza del bolsillo y dibujo dos círculos con símbolos y letras que desconocía. Cogió mi  móvil y lo colocó sobre uno de los dos. En el otro puse la espada.
Pronunció unas palabras que no entendí, no estaba hablando nuestro idioma, y si lo estaba haciendo sonaba muy diferente.

Ambos objetos se rodearon de una luz y empezaron a flotar. Se acercaron y la luz se intensifico y me cegó.
Cuando pude volver a abrir los ojos, ante mí tenía el móvil flotando.

-Cógelo.

Le hice caso.
Parecí intacto, como si nada hubiese pasado. Miré en varios menús a la espera de algún cambio y descubrí en una aplicación que no estaba antes, se llamaba Hollow Envy y tenía el dibujo de la espada. La pulsé y con un brillo plateado el móvil se transformo en mi espada.

-¡Perfecto!¡Ha salido a la perfección!
-Eso veo, pero ¿cómo le doy marcha atrás?
-Pásale la mano por encima, no hace falta que la toques y mientras piensa y desea que vuelva a su otra forma.

Probé.¡Funcionó! Todo esto era alucinante. Ahora tenía el móvil con una aplicación capaz de convertirlo en una espada. Cada vez la cosa parecía mas surrealista, pero no me iba a echar atrás. Me gustaba como se estaba desarrollando la cosa. Estaba decidido.

-Va siendo hora de volver.-me dijo.

Chasqueó los dedos y el espacio donde estábamos se desvaneció igual que cuando llegamos.

Volvíamos a estar en la azotea del edificio El atardecer estaba en su punto álgido y el sol me deslumbró. No sé por qué, pero ese atardecer me pareció espectacular y diferente, muy diferente a cualquier otro que hubiese visto antes.

Se escucharon pasos en la escalera.

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