Llegó Jabón.
-¿Pero que haces inútil? -me miró. -Estás abrazando un espejo.
-Ya decía yo... era muy poco reptil.... -tiré el espejo al suelo.
Apareció una gitana.
-¡Aaaaaaaaaay, paaaaaaaaayo! ¡Qué ma' roooooto el epeeeeeeeeejo. ¡Mardisiones gitanas pa' ti!
-¡Calla! -le metí la barra de pan en la boca. No seáis cerdos que vuelvo a repetir que no es un chiste verde.
Ya era tarde, las maldiciones gitanas me habían afectado. Una sustancia negra me rodeo y me absorbió.
Eran los pelos del sobaco de la gitana. Casualmente tenía una cuchilla de cuatro capas y se lo afeité.
Jabón no estaba teniendo la misma suerte, no tenia ningún arma y estaba lavándole los pelos, por lo que se estaba deshaciéndose.
Los pelos rizados se volvieron lacios al ser enjabonados y perdieron su fuerza y Jabón se liberó.
-Así aprenderás que es lavarse a fondo. -dijo.
Los pelos se retiraron pero a un precio muy alto. Jabón ahora era más pequeño que antes, algo así como la mitad. Lo cogí.
-¡¡Jabón!!
-No... Ahora soy un jabón tipo muestra gratuita. -empezó a llorar y a disolverse cada ve más.
-¡No sigas llorando! -le dije, pero no podía parar.
Se estaba deshaciendo, se convertía en jabón líquido.
-¡Tenemos que buscarte un bote! ¡Aguanta, por favor!
-Victoooor.... -Empezó a colarse por el hueco de una rendija.
-¡NOOOOO! -desapareció. -¡¡Anda, una mariposa!! -correteé detrás de ella, pero al señalarla se incendió al instante.
-¡Maldita maldición gitana!
Entonces caí en la cuenta, Jabón había muerto.
-¡Jabooooooooooooooooooón!
-A ver, quédate tranquilo, solo era un doble, el original está en su camerino. -me dijo el director. -Sigue con la búsqueda.
-Ah. Vale.
De repente un avión de papel me golpeó en la frente. Tenía una nota: "No sigas con la búsqueda. Jamás lo encontrarás".
-¿Pero quién?
-¿¡Pero quieres dejar de cuestionartelo todo!? ¡Qué solo tenemos presupuesto para dos capítulos más! -saltó el productor.
-Qué forma de quitarle la sorpresa al relato. -dije.
-Y además has gastado el espacio para este... -continuó.
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