sábado, 8 de junio de 2013

Lullaby #Día4 LETS CRASH THAT FIESTA (Tarde)

Vi como Belphegor se quedaba unos momentos mirando a la nada, con los ojos llorosos, pero ni una sola lagrima cayó de sus ojos. Por algún motivo, al verlo así, se me rompía el corazón y pude notar que contarme esa historia no le estaba haciendo bien.

-Ella y yo... nos amábamos... -me miró como si me viera por primera vez- Nunca nos dijimos "Te quiero" pero no nos hacía falta... -Miró por la terraza y se soltó la coleta, dejando que su pelo se desparramase sobre su cara, salvaje y desordenado, como el mio- Y un día... consumamos ese amor... Ella quería tener niños, pero al parecer nadie más quería que los tuviéramos, pero ella era tan decidida... -No sé si se dio cuenta, pero Bell se llevó la mano al hombro, como si buscara algo que ya no estaba allí.- Pasaron muchas cosas entonces... Pero el resultado fue que yo fui mutilado.... y a Gabriel... mi preciosa Gabriel... le arrancaron las alas... sus... preciosas alas blancas -Finalmente no pudo aguantar más y se quebró. El poderoso Belphegor lloraba, como un niño, frente a un chico que a penas sabía nada de la vida- La... condenaron a vivir como humana, reencarnándose una y otra vez, por los siglos de los siglos.

Yo sabía que se estaba comiendo una parte importante de la historia, pero no quise decir nada. Bell ya había hecho suficiente esfuerzo recordando algo tan doloroso por mi, no quería forzarle a decirme los detalles más desagradables. Me acerqué a él y me atrajo hacia él con el brazo, para abrazarme, murmurando mil palabras de disculpa... Por no haber estado ahí, por no habérmelo contado, por todo lo que había pasado e iba a pasar.

-Yo... la busqué, me hice poderoso, me hice influyente en este mundo, lejos del Cielo,  solo para buscarla, solo para no encontrarla... -Me miró con una sonrisa- Casi había perdido la esperanza cuando, un día hace veinte años... por fin la encontré, pero ella no se acordaba de mi...

-Mi madre... -le miré sin acabar de creerlo- ¿era ella?

-No lo sé, no sé si realmente Aria es Gabriel... pero tiene... -se limpió las lagrimas de la cara- Tenéis... la misma sonrisa que ella...

En aquel momento no sabía que decir o hacer. Todo aquello me había dejado descolocado, como era de esperar y aun necesité un minuto para recomponer todo aquello en mi cabeza. Mientras aún estaba intentando asimilarlo, oímos un ruido atronador en el interior del recinto. Bell se volvió a arreglar el pelo y entró corriendo a ver que pasaba.

Cuando entramos a la sala donde habíamos oído el ruido, vimos que todo el mundo se había reunido al rededor de un punto y en cuanto nos acercamos más y vi de que se trataba. Había cuatro tipos de Guillotine intentando sujetar a Styx, que gritaba a un tipo que estaba, casi literalmente, incrustado en la pared. Cuando miré alrededor para averiguar el motivo pude ver a Lisa, que cuidaba de un chico, herido por todas partes, que reconocí como Luccyan.

-¡¿Que está pasando aquí?!-La voz de Belphegor sonó por todo el recinto, retumbando.

-Pregúntaselo a ese mierdas, Bell -Styx parecía realmente alterado y no paraba de mirar a su compañero- ¡Que te cuente como ha intentado ir a por Luca mientras dormía y como casi ha matado a Luccyan!

Los ojos de Bell se clavaron en el chico joven que había en la pared, que tosía sangre e intentaba levantarse y al momento siguiente ¡Puf! tenía sus dedos envolviendo su cuello y lo alzaba del suelo, con la espiral de sus ojos girando con violencia.

-Dime quien eres y porqué no debería despedazarte ahora mismo...

-Porque es uno de mis médiums, Belphegor... -Todos se apartaron para dejar paso a la figura encorvada de Lucifer.- Suéltale...

-No caerá esa breva... -los dedos de Bell terminaron de cerrarse y cuatro orificios nuevos se abrieron en el cuello del joven, de los que empezaron a chorrear sangre. El chico se debatió pero en pocos segundos estaba muerto- Nadie ataca a mi familia... Y en cuanto Hades se entere de esto, no habrá lugar suficiente profundo en el infierno en el que puedas esconderte, Lucifer...

-Que venga, le estaré esperando... -Miró pausadamente al chico muerto, que se iba desvaneciendo- y eso le va a dejar marcas al pobre Ian...

-Escúchame, Lucifer... -Belphegor parecía totalmente distinto; Sus cuernos habían crecido un poco y sus colmillos se habían alargado, lo cual, sumado al rictus de ira de su rostro, le hacían parecer un verdadero demonio- Lárgate de esta ciudad... porque es mis ojos... porque es mis puños... y como te acerques a mi hijo usaré esos puños para partirte tu horrible cara.

-Tche... -Fue la única respuesta del diablo, que se limitó a darse la vuelta y marcharse. Todo se quedó en silencio; la gente no tenía más ganas de fiesta, todos empezaron a marcharse al poco y, pronto solo quedamos unos pocos: Alice, Charlie, Vlad, Styx y yo.

Estábamos todos sentados alrededor de una mesa redonda, nuestros espíritus se habían ido a hablar a otra parte, probablemente de Lucifer. Se podía mascar la tensión en el aire. Styx y Charlie se miraban con odio desde los lados contrarios de la mesa, mientras que Alice le echaba miradas furtivas a Styx. Vlad que estaba entre los dos intentaba calmar los ánimos y romper el hielo, pero en seguida, los dos le miraron como si hubiera roto algo.

-¿Que tal te trata la vida, Charles?-Styx parecía preguntarlo solo por formalidad, ya que llamó a Charlie por su nombre completo y no por su diminutivo, como todos.

-Quitando que me paso los días pensando en como matarte, nada mal, Arthur... -Nunca había visto a nadie destilar tanto odio como en aquel momento.

-Bueno, es normal... ¿Y tu que tal estás, Alice? -La voz de Styx se suavizó cuando habló con ella y, por alguna razón, me sentí un poco celoso cuando vi que Alice se sonrojaba y apartaba la mirada- Ha pasado bastante tiempo...

-Y-ya... -Alice empezó a jugar distraídamente con su pelo- Estoy bien... Artty.-Aquello me izo ponerme verde de envidia, sé que es irracional, pero... me sentía como el segundón de Styx.- Ya conoces a Luca ¿Cierto?

-Sí... -Sonrió un poco y, por un momento, alcancé a ver, bajo la escalofriante pintura y los inquietantes ojos azules, a un buen chico, un chico que se veía reflejado en mi.- Pero no nos han presentado debidamente...

-Yo soy Luca Samael Serra, actual líder de Lullaby... -Extendí la mano y Styx dudó si estrechármela.

-Styx... no... Arthur Dorian Stormkind... Líder de Guillotine... -Atisbé un pequeño destello de melancolía en sus ojos- Y ex-líder de Lullaby.... -Aquella información me dejó totalmente descolocado, pero antes de que pudiera preguntar, Styx se levantó y miró alrededor, alarmado.- Tenemos que irnos... ha sido un placer volver a veros, chicos...

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Me pregunté que quería decir con aquello, pero en un momento , ya no estaba en Oniria, sino en una pequeña habitación, tumbado en una cama que no era la mía. Las paredes estaban empapeladas de carteles de grupos de Heavy Metal. Había un pequeño tocador con un espejo, lleno de maquillaje, pero no maquillaje de mujer, sino pintura, parecida a la que usan los payasos. Pero puede que lo que más me llamó la atención fue que también habían un montón de medicamentos, no sabía para que eran, así que decidí no tocarlos.

Entonces entró, él, un joven de unos veinticinco años, alto y con el pelo negro, salvaje, recogido en una coleta.  Sus ojos eran negros como el carbón y me miraban con curiosidad. Entonces me di cuenta de que en el lugar de su mano derecha había una prótesis, de última generación, al parecer. Tenía un aire con Styx, pero era más huesudo y tenía los ojos algo más rasgados, pero destilaba la misma aura asesina.

Había alguien tras el hombre, un chaval, un poco menor que él, y de más o menos mi estatura.Tenia el pelo echado hacia atrás, pero sin mucho cuidado ya que se le escapaban algunos mechones rebeldes. Llevaba solo una camiseta de tirantes y un pantalón negro con muchos bolsillos, y en su cinturón relucía la insignia de Guillotine, el cráneo partido. No me llamó demasiado la atención, pero tenía la sensación de haberlo visto en otra parte. Entonces reparé en que no tenía cejas e inmediatamente, nuestros ojos se cruzaron... unos amenazantes ojos azules que recordaban a los de un cadáver: Los ojos de Styx...

-Buenos días... "primo"...

2 comentarios:

  1. Primero las miradas entre Charlie y Styx me hacían pensar en que ALGO había pasado. He leído "Arthur" y algo ha hecho click en mi cabeza. Y por una vez que creí descifrar algo con tiempo lo confirmas en el siguiente párrafo xD
    Ahora a ver qué otras anécdotas le deparan a Luca en un territorio hostil como es el de Guillotine.

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  2. Primero lo de que igual Luca no solo es hibrido, sino "puro" por decirlo de alguna manera. ¿Ahora es famila de Styx? Me vas a matar en una de estas xD

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