lunes, 23 de julio de 2012

Outbreak X

Tenía ante mí a un loco con un cuchillo que había cogido a una chica para hacer quien sabe que.

-¡Sueltala!
-¿Y qué gano a cambio?-preguntó pasando el cuchillo por la cara y el cuello de la chica que lloró y grito.

Titubeé.No tenía nada que ofrecer.

-¿Nada?Me lo imaginaba.Vete si no quieres ser el siguiente.-dijo centrándose en ella.
-A mí.
-¿Cómo?-preguntó volviendo a mirarme.
-Te quedas conmigo.La sueltas y yo le dejo que me haga lo que quiera.


Tenía ante mí a un loco con un cuchillo que había cogido a una chica para hacer quien sabe que.

-¡Sueltala!
-¿Y qué gano a cambio?-preguntó pasando el cuchillo por la cara y el cuello de la chica que lloró y grito.

Titubeé.No tenía nada que ofrecer.

-¿Nada?Me lo imaginaba.Vete si no quieres ser el siguiente.-dijo centrándose en ella.
-A mí.
-¿Cómo?-preguntó volviendo a mirarme.
-Te quedas conmigo.La sueltas y yo le dejo que me haga lo que quiera.

Tiré la tubería y le di una patada para acercársela para demostrarle que iba en serio.

-¡Noooo!-dijo la chica sorprendida.-¡Huye tú que puedes!
-¡Calla!-le dijo agitándola.

Se lo pensó unos segundos.
Soltó a a chica, que cayo al suelo de rodillas.
Se acercaba hacía mi.

-¿Lo que quiera?
-Lo que quieras

Chupó el cuchillo que tenía un poco de sangre y luego se pasó la lengua por el labio superior.
Tragué saliva.

Estaba a unos pasos de mí, cada vez más cerca cuando de repente cayo al suelo fulminado y vi detrás de él a la chica con la tubería en la mano.

-Gracias-dije respirando tranquilamente y cayendo al suelo.Me temblaban las piernas.

-Gracias a ti.¿Por qué lo has hecho?-dijo sentándose a mi lado.
-No lo sé.Fue instintivo.
-Muchas gracias.

Me dio un beso en la mejilla y me debí de poner colorado, porque empezó a reírse.
Me puse en pie y le ayude a ella.

Me fije en ella: tendría más o menos mi edad, con los ojos verdes y era pelirroja.

-Me llamo Max
-Yo Nadia
-Vayamonos antes de que se despierte.

Asintió con la cabeza.

Salimos a la recepción

-¿A dónde vamos?-me preguntó
-Yo tengo que ir a mi instituto.Una amiga me ha llamado y me ha dicho que esta allí

-Pues vayamos.
-¿Estás segura?
-Si.Te debo una.

Salimos del hotel y saqué la linterna para alumbrar la calle. Estaba igual que las otras por las que había pasado, destrozada y con varios coches estrellados.

-¿ Sabes donde estamos?-Le pregunté.
-Sí.
-Menos mal. Yo no.
-Sígueme, yo te guío.

Echo a andar y yo la seguí. Avanzábamos prudentemente por las oscuras calles y sí algún zombie aparecía, ella retrocedía y dejaba que yo me encargase de él.

Seguimos avanzando hasta que llegamos a una calle que ya conocía.

-Esta parte ya me suena.-dije.

De repente se escucharon numerosas pisadas y ante nosotros apareció una enorme jauría de perros.

-Esto pinta mal.

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