lunes, 16 de julio de 2012

Outbreak VIII

Perseguí al tipo del pasillo, que bajó las escaleras. Me propuse seguirle, pero preferí no arriesgarme: las escaleras estaban plagadas de zombies que el desconocido esquivaba sin ninguna dificultad.

-¿Como puede?-dije impresionado.

Di media vuelta e investigué, más por la planta. Descubrí unos ascensores que no funcionaban y encontré otra habitación abierta.
Esta era mucho más pequeña y sencilla que la otra en la que había estado, estaba bastante ordenada a excepción de la cama que estaba deshecha y un papel tirado en el suelo.

Recogí el papel y descubrí que era una nota del jefe del hotel hacia el técnico del ascensor donde le explicaba de donde provenía la electricidad que se le suministraba al ascensor, como pararlo y como hacerlo volver  a funcionar:estaba en la azotea y había que conseguir que la corriente eléctrica que circulase no superase cierto voltaje.

Sabiendo donde estaba me dispuse a salir pero,antes de haber dado tres pasos, de debajo de la cama salió un zombie, que por la ropa, me pareció el técnico del ascensor.
Me agarró de la pierna y se disponía a morderme,pero antes de que lo hiciese le dí un pisotón en la cabeza con el pie que me quedaba libre.Sonó incluso peor y más desagradable que cuando se les golpea con el bate o la tubería.

Volví a las escaleras y subí dos pisos sin pararme en las plantas para evitar cualquier peligro, pero delante de las escaleras estaban dos zombies cortándome el paso.

Llamé la atención de ambos que se acercaban hacia mi con pasos torpes y lentos mientras yo retrocedía hacia hacia el hueco de la escalera.Cuando estuvo bien colocado tiré a uno de los dos por el hueco y al otro lo noqueé de un par de golpes bien dados.

Subí las escaleras ahora despejadas y me encontré con la puerta de la azotea cerrada. Le dí un par de patadas y cedió.

Todo fuera estaba muy oscuro, así que saqué la linterna y la encendí. La visión no fue muy agradable. Todo el suelo estaba plagado de cucarachas seguramente infectadas por lo mismo que todo el mundo en la ciudad.

Dudé unos instantes hasta que recordé la pistola de bolas que llevaba. Estaba consiguiendo acabar con ellas,pero necesitaba un gran número de bolas del que no disponía.
Rebusqué una vez más en la mochila y encontré las cerillas.No perdía nada por probar.

Lancé un par de cerillas hacia las cucarachas, las cuales salieron ardiendo y  propagando el fuego entre ellas.

Esperé un rato y el fuego que había matado a todas las cucarachas se había extinguido, así que salí a la azotea pisando los restos de los bichos que crujían. Además un desagradable olor a quemado inundaba el ambiente.

Busqué las instalaciones eléctrica, que estaba situada casi en el centro del techo. Abrí la puerta metálica y me encontré con un indicador de los vatios que pasaban y varías palancas para suministrar corriente. Las moví, pero no pasó nada.
Miré más a fondo y debajo de las otras palancas había otra palanca con un letrero "ON/OFF" debajo.
Se escuchó el ruido del un moto encenderse.
Moví las palancas y modifiqué el flujo que circulaba.

Tardé varios intentos dar con la combinación adecuada y se escuchó el ruido de otro motor, el cuál supuse que sería del ascensor.

De repente se escucho mi móvil. Me sobresalté.

-¿Quién?-respondí
-¿Max?¿ Eres tú?

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