Outbreak IV

Mi padre convertido en zombie avanzaba hacía mi madre y hacía mi y ninguno eramos capaces de reaccionar.
No podía hacer nada,simplemente no me veía capaz y cada vez estaba más cerca.
Cuando estaba a solo unos pasos mi madre gritó algo que me hizo reaccionar:

-¡Tienes que hacerlos!¡Ese....ese no es tu padre!

Reaccioné instantáneamente, lo empuje con el bate con lo que le hice zar un par de pasos atrás y caer de espaladas. Aproveché y saqué la pistola, tenía que comprobar su potencia.
Me acerqué a él, le pisé el pecho y le disparé a la cabeza.
No sirvió de nada,mentira, lo enfureció e intento zafarse y morderme la pierna,pero antes de dale la oportunidad le golpeé con le bate en la cabeza, que sonó a huesos roto y el zombie dejó de moverse.

-Lo conseguí....-dije en voz baja y me derrumbe de rodillas.

Mi madre se acerco y me abrazo.

-Tengo miedo.
-Lo sé.Yo también,pero hasta ahora has sido muy valiente.
-No me creo que haya sido capaz de....de...
-No has matado a tu padre.-me dijo como si me hubiese leído la mente.

Me abrazó otra vez y me quito las lágrimas.
Nos pusimos en marcha, cogimos un par de cosas de la cocina: agua, un poco de pan, galletas y par de cajas de cerillas.

-Creo que me llevaré uno de estos.-dijo mi madre.

Estaba terminando de guardar unas cosas en la mochila, así que me giré y vi que tenía un cuchillo de cocina, el más grande que había.

-¿Estás segura?-le pregunte sorprendido.
-Totalmente.

Salimos por la puerta y cuando estábamos a punto de llegar a las escaleras, por detrás nuestra apareció nuestro vecino.

-¡CORRE!- grité

Echamos a correr escaleras abajo hasta el portal, donde había dos zombies más.

-Mierda. Lo primero será eliminar al que nos sigue.- le dije a mi madre.

No tardo mucho en aparecer por las escaleras. Esperé a que estuviera cerca y propiné un golpe hacia la barandilla, pero no se cayo.

-Casi.-dije para en voz baja.

Volví a darle otro golpe con el que esta vez si cayo por la barandilla. No estábamos muy alto, pero el golpe fue suficiente para acabar con él.
El ruido de la caída atrajo a los otro dos que esperaban en el portal, que ahora se dirigían hacia nosotros. Nos acercamos hacia ellos, y mientras yo acababa con uno mi madre se encargaba de acabar con el otro de un par de puñaladas bien dadas.

Salimos corriendo del bloque y nos encontramos de frente con de frente con la masa de muertos vivientes.
Esquivamos a cuantos pudimos, pero cuando estábamos cerca de la puerta para salir del patio acabamos rodeados.

-Estamos rodeados.-dije.
-No lo digas.-me respondió.-Defiéndete.

No era capaz de creer lo que oía, nunca antes había escuchado hablar así a mi madre.Claro que tampoco antes nos habíamos visto en una situación parecida.

Empecé a golpear a todos los que pude y que se acercaban peligrosamente.

-¡Es inútil!-dije al cabo de unos segundos.
-Si....-asintió mi madre.

De repente, mi madre me empujo muy fuerte y atravesé la horda de no-muertos hasta caer al suelo.

-Coge esto...-dijo mi madre acompañado del sonido de metal arrastrándose por el suelo.-Y corre.

El cuchillo apareció a mi lado.

-¡¡¡Mamaaaaaaaaaaaaaá!!!