viernes, 29 de junio de 2012

Outbreak III

-Tengo una idea,pero puede ser una locura.
mi madre se quedó mirándome fijamente,seguramente debatiendo entre saber en que consistía la "locura" que se me pasaba por la cabeza o no saberlo.Finalmente cedió
-¿Qué se te ha ocurrido?

Abrí la puerta corrediza del armario y ahí estaba estaba el bate de béisbol que una vez dejaron a mi padre y nadie más volvió a reclamar. Lo cogí.

-Eliminarlos, al menos al que tenemos en casa.-dije a la vez que daba un par de golpes al aire.- Basta con acabar con sus cerebro para que se detengan y vuelvan a su estado original,es decir muerto.
-¿¡Lo dices en ser serio!?-dijo mientras me miraba como si lo que hubiese dicho fuera un disparata.Vale,admito que ene situaciones normales lo serían,pero esta no lo era.
-¡No podemos hacer otra cosa!¡No tenemos comida ni nada!Y es solo cuestión de tiempo que acabe entrando.

Siguió pensándolo, tiempo que aproveche para vestirme,coger una mochila y echar en ella un par de cosas útiles que tenía en mi cuarto, como el móvil,sus cascos, una pequeña navaja multiusos que me regalaron unos amigos y una pequeña linterna recargable con una manivela entre otras cosas.
Cuando abrí el cajón de mi escritorio encontré une pistola de bolas que compré el verano pasado.Aún estaba en su caja y a su lado un bote lleno de bolas. Estaba de suerte (o eso sentía):encontraba un arma y encima con munición. Y aunque seguramente sería más infectiva que otra cosa,pero saber que la tenía me hacia sentir un poco mas seguro. Aproveche y la cargué.

Mi madre que había estado viéndome finalmente se decidió y me dio luz verde.

-Prométeme que si se pone peligroso huirás.
-¡Así lo haré!-dije mostrando más seguridad de la que en realidad tenía.-Cuando acabe con él te aviso.

La abracé y besé y ella me lo devolvió,cogí el bate y abrí la puerta decidido.
No estaba,pero se le oía en el pasillo,así que di un par de pasos y luego di con el bate en el suelo. Instantáneamente el ruido de los pasos se acercó y en cuanto apareció el zombie por le pasillo le di con todas mis fuerzas.
Lo golpeé tan fuerte que se golpeó con fuerza en la cabeza contra la pared con un ruido muy asqueroso y desagradable y dejando manchas de sangre en la pared.

Tomé aire y me tranquilicé, acababa de superar una situación que podría haberme matado,sin embargo estaba vivo, y eso era un consuelo.

Me acerqué a la puerta de mi cuarto,dos golpes.

-Despejado.

Mi madre abrió la puerta y salió.

-¿Ya?
-Compruébalo tu misma.- le respondí señalándole lo que quedaba de la criatura con el bate ahora salpicado de sangre.

-Voy a vestirme.- me dijo intentando dejar del lado el tema y entrando en su habitación.

Tardo más de 20 minutos,unos 20 minutos que se me hicieron muy largos con un zombie recién muerto delante mía y en medio de la oscuridad.

-Ya estoy.-dijo finalmente saliendo.
-¡Espera!
Tuve una idea, mejor que huir a pie era huir en coche. Entre rápidamente en el cuarto de mis padres y cuando fui a coger las llaves de la mesita de noche de mi padre se escuché el grito de mi madre proveniente del pasillo. Cogí rápidamente las llaves y me las guardé en el bolsillo.

Salí en búsqueda de mi madre, y para lo que me encontré, nunca hubiese estado preparado ni en un millón de años:mi padre estaba de pie,avanzando por el pasillo con parte de la tráquea y del omóplato a la vista,gruñendo y dando tumbos hacia nosotros.

Mi madre estaba pegada a la pared, claramente asustada,llorando y susurrando algo,pero no llegué a entenderlo.

Lo que quedaba de mi padre seguía avanzando hacía nosotros y yo estaba paralizado,era incapaz de reaccionar, al fin y al cabo era mi padre.

-Papá....-murmuré entre lágrimas.

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