domingo, 3 de junio de 2012

Forgotten Data 01

 El motor en V de la barca berreaba, incansable.

 La brisa marina, acelerada por el movimiento del navío, arremolinaba sus despeinados cabellos, del color de la crema de avellana. Sólo la tira de cuero de las gafas que los sujetaban, como si de una bandana se tratara, hacía algo por mantenerlos en un sitio concreto.

 Respiró hondo y sonrió. No podía ocultar su entusiasmo.

 Su nombre era Haydn. Haydn Orange. Había nacido y crecido en una aldea de campesinos en el Anillo Externo, lejos de las guerras entre hombres y máquinas. Pero ahora él iba a unirse a ellas, sin miedo ninguno.

 Comprobó que todo estaba listo para la aventura. Una casaca de cuero acolchado para las descargas y balazos le protegía el pecho, sobre una camisa blanca. Sobre él llevaba un poncho, para protegerse del fresco, tejido según las centenarias costumbres de su aldea. Su cinturón estaba lleno de alforjas, aún vacías, pero listas para estar llenas de cosas útiles. Y su mano repiqueteaba sobre un palo metálico, acabado en una punta en una forma similar a una llave inglesa, que era, en realidad, su arma.

 Pero él sabía que lo realmente útil eran esas gafas de su frente, de cristales verdes y surcadas por dentro de circuitos que nunca había conseguido adivinar para que servían. Unas gafas que le había dado su padre, reliquia de un pasado feliz y olvidado.

 Pasado que ahora era lo más preciado que le quedaba al hombre frente a la tiranía de la máquina.

-¡Eh chaval! ¿Qué te lleva al Desierto?

 La repentina pregunta del maquinista del barco en el que iba le desconcentró. Le miró inseguro primero, pero luego sonrió y dijo orgulloso:

-¡Voy a unirme a los Rebeldes!

 El hombre suspiró y miró hacia un lado, entre incrédulo y molesto. Luego le volvió a mirar, muy serio

-Oye chaval… No estoy precisamente en contra de los Rebeldes pero… ¿No crees que estarías mejor en tu casa?
-¿En el Anillo Externo? ¿Lejos de toda la acción? ¡Ni hablar!

 El lobo de mar volvió a suspirar y devolvió su mirada a la costa, a la que se acercaban más y más

-Te has ido del Cielo al Infierno, chaval…

 Haydn no le escuchaba. Sus ojos marrones estaban absortos en el halo de gotas que formaron los 6 orificios nasales de un monstruo marino al asomarse a la superficie.

 Arribaron pronto y sin problemas. El puerto era conocido como Comedor de la Espiga y lo conformaban una serie de edificios de ladrillo apilados, llenos de tuberías de cobre y bronce por aquí y por allá. El símbolo del pequeño asentamiento, tres espigas formando una corona, se alternaba por todas partes con las pintadas del símbolo de los Rebeldes, una “X” roja inserta en un círculo.

-Ya estoy aquí, papá- pensaba para sí Haydn -Ahora cumpliré lo que me pediste…

 El sol pegaba fuerte, por lo que toldos de todos los colores tapaban ventanas, calles y puertas por igual. Se notaba en el aire que estaba ya en la entrada misma del Desierto, el gran secarral al que los Rebeldes llamaban su hogar.

 Haydn no pudo evitar preguntarse, mientras caminaba hacia el lugar dónde le habían indicado por escrito en un papel arrugado, como es que no había sido destruida aún por las máquinas una población tan pequeña. Supuso entonces que sería precisamente por eso, era tan pequeña que ni siquiera le interesaba a los enemigos.

 Llegó al lugar indicado. Era un restaurante.

 Dentro el ambiente era cargante. Había mucha gente y el humo de las cachimbas llenaba el aire. Se acercó al centro, un mostrador circular montado en torno a una columna de ladrillo rojo. Tras él había un barman con un mostacho que resultaba del todo imposible no mirar, de grande que era.

 Haydn puso cara de profesional y se acercó con paso resuelto. Cuando sus ojos se cruzaron con los del barman sacó el papel y lo puso con gesto casi agresivo sobre la mesa, intentando imponer. El barman respondió ante tal gesto con una cara de incredulidad.

-Le estoy buscando a “él”
-¿A quién?- se rascó sin disimulo la oreja
-Al…- Haydn bajó la voz -“Seleccionador”
-¿Seleccionador? Haydn empezaba a impacientarse
-¡El de los Rebeldes!
-¡Shhh, calla, no lo digas tan alto!

 El barman sonrió complacido por la cara de molestia que puso Haydn

-No te preocupes, te llevaré con él.

 Le llevó a la trastienda del restaurante. En una sala llena de paños de seda y cachimbas estaba el “Seleccionador” que él buscaba.

-¿Uno nuevo? ¡Que pase!

 Haydn pasó. El aroma a limones y tabaco le llenó la nariz. No pudo evitar amohinar la cara.

 Al fondo estaba “él”. Llevaba una chaqueta de cuero verde sobre un pecho descubierto y unos pantalones muy usados. El pelo, largo como el de una mujer, le caía grasiento sobre los hombros y la cara, que estaba igual de desaliñada. La primera impresión que le dio a Haydn fue desconfianza. Parecía más un criminal que un comandante.

-¡Bueno, vaya cosas más enclenques me mandan ahora! ¿De dónde vienes, chico?

 La sonrisa del Seleccionador le intimidaba. Intentó no tartamudear al hablar.

-De… Del…
-¿Del Anillo Externo?
-Esto… Si… ¿Cómo lo sabe?
-¡Se nota! ¡Todos los del Anillo Externo tenéis la misma cara de paletos!

 Aunque no era la primera vez que oía un insulto así acerca de su gente no pudo evitar ofenderse

-¡Oiga, que yo he venido a luchar!

 La sonrisa en la cara del Seleccionador se borró automáticamente. Ahora daba todavía más miedo.

-Mira, tío… Esto no es ninguna tontería ¿Vale? Ahí afuera…- señaló una ventana -¡Están muriendo colegas míos contra bichos que se reconstruyen como si fueran puzzles! ¿Entiendes? ¡¡Esto no son tus bonitos campos de trigo y vides de tu tierra natal, esto es un puto Infierno!! ¿¿Sabes?? ¡¡¡ASÍ QUE SI TIENES HUEVOS PARA LLEVARME LA CONTRARIA ESPERO QUE LOS TENGAS PARA REVENTAR CULOS METÁLICOS, PORQUE SI NO MEJOR QUE TE VUELVAS A TU PUTA CASA!!!

 Haydn temblaba.

 El Seleccionador se reclinó silenciosamente en los cojines que tenía detrás. Entonces se cogió los pelos y se los echó hacia atrás, para luego recogerlos con una gomilla que sacó de un bolsillo de la chaqueta. Haydn quedó del todo sorprendido: al hacerlo reveló una cara sonriente y amable, que parecía no tener nada que ver con la misma que le había gritado antes.

-Jajaja, vaya careto, colegui. No te preocupes… ¿Haydn? Ya te tenía “seleccionado”… Solo quería divertirme contigo. Me habían dicho que es fácil hacerte rabiar.
-¿Qué… que…?- Haydn estaba desubicado del todo -¿Cómo sabe mi nombre?
-Tu padre ya me avisó de que venías. Veo que traes las gafas… Perfecto, ponte en marcha al Bolsillo pero ya.
-¿El Bolsillo?
-Ve desde aquí hacia el este, a otra aldea costera llamada Panyajo. Desde allí toma la Vía de Hierro hasta el Monolito y habrás llegado.

 Haydn estaba ya declaradamente perdido

-¿Monolito? ¿Panyajo? ¿Cómo me voy a acordar yo de eso?

 El Seleccionador se mostró ampliamente decepcionado.

-Me habían dicho que tenías memoria fotográfica, chaval… ¡Ah, da igual! Tendrás un guía para esto…
-¿Un guía?

 El Seleccionador dio unas palmadas. Desde detrás de unos divanes de seda apareció, flotando, una esfera mecánica de color dorado con una lente azul.

-¡Agh, una máquina!- Haydn hizo ademán de ocultarse
-¡Tranquilo, tío, esta es de las nuestras! Es un “NOIDEA”, un “Núcleo Operacional Independiente y Disruptor Externo Analógico”. Es independiente de la red del Waffa y tiene un montón de información sobre los Rebeldes. Cuídalo bien…

 Haydn miró curioso su nuevo “amigo”
-¿Hola? ¿NOIDEA?
-Prefiero que me denominen “Renfrew 903” si no te es problema
-¿”Renfrew 903”? Muy largo… Te llamaré “Renfrew” ¿Te parece?
-Correcto. Guardando configuración… ¿Eres el nuevo administrador?
-Supongo
-¿Datos?
-Me llamo Haydn Orange
-Correcto. Guardando configuración… ¿Cuándo empezamos?
-Pues…

 Haydn miró al Seleccionador. Este sonreía complacido

-Iros ya. Los Hermanos Carnage os quieren cuanto antes en la base mejor.

 Haydn asintió. Cogió sus cosas y salió corriendo del restaurante perseguido por Renfrew, que producía un gracioso ulular al desplazarse levitando con los cuatro retropropulsores de su zona inferior. El Seleccionador le vio irse contento.

-Esperemos que esas gafas sean lo que dicen ser…- pensó para sí

 Había comenzado el viaje. Su viaje.

4 comentarios:

  1. Bueno, nueva historia. Surgida así de forma repentina en base a un sueño que tuve (truestory) y una serie de relatos cyberpunk que guardaba.

    Supuse que le vendría genial al blog, ya que le faltan relatos de esa temática

    Aunque está hecha de forma "independiente" a los desvaríos en Twitter realmente todos los personajes están basados en gente del grupo ¿Podréis encontrarlos todos?

    Eso y un montón de referencias a mi carrera, Historia con mayúsculas XD

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  2. Mola, mucha incognita y poca acción, pero todo empieza así. Espero con ganas las demás partes
    P.D: Haydn Orange > Raak ?

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    1. La verdad es que es una historia mucho más tranquila que las otras mías, al menos hasta la mitad

      Y, bueno, con rescpeto a tu postdata, puede que si, puede que no. En cierto modo si que es un trasunto mío, pero no es el único Raak que veréis

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