jueves, 2 de febrero de 2012

Una de piratas - Diario de bitácora III

Tras una larga travesía en barca, en la que nos costó sincronizarnos para avanzar, conseguimos llegar a la playa.
Enfrente nuestra se erguía una frondosa selva que tapaba una enorme muralla de piedra

-Parece una entrada. Let's use it!-dijo Raak.
-Demasiada planta de por medio.-le replicó Muddy.
-¿Y para qué tenemos las espadas?-le respondí desenvainando la mía. Hubiese quedado bien si no me hubiese costado sacarla y no se me hubiese caído tras haberlo conseguido. Todos se rieron. Carraspeé. -Tenemos que abrir un camino. No perdamos más tiempo.


Le pasé un cuchillo a Raak, ya que solo contaba con su "bo" como el lo llamaba, decía que es un arma oriental, pero no era más que una vara de casi dos metros de largo de color hueso con símbolos raros pintados en verde.

No hubo problemas a excepción de una serpiente que asustó a Muddy, pero que entre todos espantamos, aunque Muddy ya no continuó la tarea con la misma seguridad. 
Cuando finalmente terminamos con toda la maleza pudimos ver un gran arco en la muralla con un camino de piedra que pronto desaparecía en pos de un camino de tierra.

-Que extraño.
-Mucho. Esta isla no la hemos descubierto nosotros.
-Eso seguro.-dijo Isabella.

Pasamos el arco y a lo lejos, entre los árboles se veía un lago. Atravesamos los árboles hasta llegar al lago. Era enorme, abarcaba gran parte de lo que se veía, pero aún así, a lo lejos se veía más selva y una especie de raíles por encima de esta. También había una especie de fortaleza. Y en medio del lago, un islote.

-Ahí es donde tenemos que ir.-les dije señalando la fortaleza.
-Las posibilidades de que haya gente son muy altas.-dijo Raak.
-El arco, los raíles, la fortaleza... Esta claro que la isla no esta abandonada.-reflexionó Isabella.
-O no lo estuvo. No sabemos como está actualmente-le dijo Muddy. Y realmente tenía la razón, que estuviera todo esto no nos aseguraba que aún viviera gente en la isla.
-Por ahora avancemos bordeando el lago. Es la forma más segura de que no nos perdamos.
-¡Si capitán!

El trayecto alrededor del algo fue tranquilo. Todo estaba muy tranquilo a excepción de algunos gritos de sorpresa de Raak o Muddy al ver algún pez extraño o algún loro.
Llegamos hasta la desembocadura de un río muy ancho que daba al lago, cuyas aguas eran demasiado rápidas como para cruzarlo a pie o a nado.

-Desmond, lo mejor es que sigamos al río hasta encontrar un punto por el que podamos cruzar.
-Tienes razón,Raak.

Nos adentramos en la selva siguiendo el río. El camino cada vez se hacía más cuesta arriba y el río se dividía en varios caminos cada cierto tiempo hasta que llegamos al origen del agua, una cascada. No solo traía agua, sino que también trasportaba troncos.

-Creo que este es el final.
-Pues solo se me ocurre una cosa: montémonos en los troncos, nos llevarán río abajo y con suerte hasta el otro lado.-dije
-¿Estas seguro?Porque....
-Si, Muddy.Es la mejor solución.
-El ancho y los rápidos del río no han disminuido en ningún momento. Yo tampoco veo otra solución.-opinó Raak.
-Sigo diciendo que... -siguió Muddy.
-O vienes con nosotros o te buscas tu camino. -le dijo Isabella.
-Pues eso haré. -dijo Muddy y se fue.
-¿Estará bien?
-Tranquilo, capitán. Sabe cuidarse aunque no lo parezca.
-En ese caso sólo me queda desearos suerte.

Esperé a que cayera un tronco y salté sobre él. Me agarré con fuerza. El tronco se dejó llevar por la corriente.Atravesó gran parte del río que bordeamos, pero tomó un camino que no habíamos visto a la subida. El agua en esta zona era incluso más rápida. El rio no se seguía viendo en el horizonte, se veía la isla.


-¡Una cascadaaaaa!

Intenté dar la vuelta, pero la corriente era demasiado fuerte. Me resigné y clavé la espada en el tronco para así estar mejor sujeto. El tronco llegó a la cascada y cayó. No pude evitar gritar aunque resultó ser una cascada de poca altura.
Nadé hasta el tronco y justo cuando me subí, se escuchó un grito de Isabella, seguramente acabaría de descubrir la cascada.

Las aguas volvieron a tomar velocidad. Me esperaba lo peor. Intenté ver que tenía en frente, pero la maleza me tapaban las vistas, escuchaba un fuerte estruendo. Otra cascada. Me resigné y esperé que fuera igual que la otra, pero me equivoqué, fue como dos o tres veces la otra.

Cuando conseguí salir a flote vi a Muddy en la orilla del pequeño lago en el que había acabado. Nadé hacía él. A medio camino se escuchó a Isabella gritar de nuevo. Ví como salía del agua. Ahora se escuchó el grito de Raak. Todos estabamos reunidos de nuevos.

-¡Crap!Menudo viajecito. Por poco no pierdo mi bo.
-¿Cómo has llegado tan rápido?- le preguntó Isabella.
-Es lo que os intentaba decir, había un puente.-señaló hacia la maleza. En medio había un puente de madera.
-¿¡Y nos lo dices ahora!?-estalló Isabella.

Todos nos quedamos mirando a Muddy con cara de odio.

-No quisisteis escucharme. No es mi problema.
-Bueno. Ya no hay nada que hacer. Sigamos adelante.

La selva había desaparecido y había dejado paso a una zona de tierra con algunos árboles.

Llegamos hasta una enorme puerta de madera enmcarda en un enrome arco de piedra lleno de relieves. Nos cerraba el paso. Un poco más atrás, había un barco de aspecto viejo y gastado atado con cuerdas a una estructa de madera. Parecía un balancín.

-Está cerrada.
-Provemos todos juntos.

Por mucho que empujamos la puerta no cedió.

-Y no hay otro camino.- indicó Isabella.

Miré a mi alrededor en buscar de un camino alternativo o una forma de abrir la puerta. Me fijé en el barco. El viento lo mecía hacia delante y hacía detrás. Apuntaba a la puerta. Tuvé una idea.
Di un par de golpes a la puerta. La madera no era muy gruesa. Podría funcionar.

-¡Seguidme!

Monté en el barco y empecé a correr de popa a proa. Al principio Isabella, Raak y Muddy se me quedaron mirando extrañados, pero empezaron a imitarme.

Poco a poco el barco se iba balanceando, cada vez un poco más.

-Cuando el barco... haya alcanzado... la suficiente... velocidad... cortaremos las... cuerdas. -les expliqué sin parar de correr.
-¿Y después?
-Cuando os indique... dirigios a las cuerdas... y cuando vuelva... a daros la señal... cortadlas.
-¡Es una locura!
-Let's do it!
-Necesito... que seais... precisos... un fallo... y no sé... lo que puede pasar.
-¡Sí!

El barco consiguió la suficiente inercia, así que di la señal. Todos corrimos hacia las cuerdas.

El barco se balanceó hacia delante, hacia atrás, otra vez hacía delante. Tenía que esperar a que empezase a ir hacía delante, ese sería el momento justo. Nuevamente hacía delante, hacía atrás y hacía delante.

-¡Ahora!

Corté las cuerdas y escuché como los otros cortaban también las cuerdas. El barco salió instantaneamente despedido hacia la puerta, la cual atravesó. El barco continuó avanzando hasta chocarse con una caseta, donde quedó empotrado.

-¿Estais todos bien?
-¡Crap!¡Volvamos a hacerlo!
-Ni se os ocurra. No creo que pueda soportarlo. -dijo Isabella un poco
 mareada.
-Yo también prefiero evitarlo.-dijo Muddy.

Bajamos del barco. El sitio era totalmente diferente, parecía un pequeño pueblo minero.

6 comentarios:

  1. Es imposible no imaginarse este capítulo como un videojuego 2-D xD. Mola!

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    1. Tanto parece una aventura gráfica? xDD
      Por cierto, tú que eres sevillano. No te recuerda a un parque temático?Porque a @isabella si :0

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    2. Si te digo la verdad es que en ningún momento pensé en Isla Mágica XD

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    3. Pues la base es Isla Mágica xDDD Pero por lo que veo esta irreconocible :3

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  2. Toma ya! Por cierto, cuando vamos a ir todos juntos a la isla/parque temático? xD *-*

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