martes, 24 de septiembre de 2013

Lullaby #Noche5 La ira del diablo (Anochecer)

Me desperté en Oniria. Estaba algo atontado, pero bastante contento, así que no me preocupé demasiado por donde estaba. Sin embargo, una voz me sacó de mi ensueño.

-Veo que alguien se lo ha estado pasando bien... -Miré a mi alrededor. Estaba tumbado en una cama de Hotel, probablemente en algún lugar de Oniria. Encontré el origen de la voz en un hombre ue estaba sentado cerca de la cama. Era de mediana estatura y, por alguna razón me recordó a mi padre- Eso está bien, los jóvenes tienen que disfrutar de la pasión de la adolescencia...

-¿Q-quien eres? -Noté que me había ruborizado un poco al oírle decir aquello. Por alguna razón, su voz también era similar a la de Bell. Le examiné con más detenimiento; Tenía el pelo castaño, como el roble viejo, largo y sedoso, suelto hasta los hombros. Sus ojos eran dorados como la miel y una espiral blanca los recorrían y, de su frente, brotaban un par de cuernos, bastante más gruesos y robustos que los de Bell, que se enroscaban como los de un carnero. Vestía una chaqueta larga de vestir blanca sobre una chaqueta fina con capucha del mismo color. Sus pantalones eran de traje, blancos también y su pecho estaba totalmente cubierto por colgantes y medallones que caían desde su cuello.

-¿Crees que esa es forma de hablarle a tu tío? -El diablo sonrió y se recostó cómodamente en el asiento.- Tu único tío al que no se le ha ido la pinza, cabe añadir... -Mi supuesto tío se permitió una risita- Me llamo Azrael y soy el hermano mayor de Bell.
-¿Mi padre tiene hermanos? -Pregunté algo sorprendido. De hecho, ni siquiera me lo había planteado.

-Sep, tiene otros cuatro, de hecho, ya has conocido a uno -Se sacó un cigarrilo de la chaqueta y lo encendió con un ornamentado cipo de plata- El mayor de nosotros, de hecho; Belial, ya sabes, el cara serpiente -Comentó sin darle importancia- Aunque no siempre fue tan escamoso, de hecho, cuando era un ángel era bastante apuesto...

-Espera... ¿Belial es mi tío? -Se me heló la sangre al pensar en llamarle tito Belial.

-Y Lucifer es tu abuelo, no sé donde está el drama. -Comentó antes de dar una larga calada y expulsar el humo por nariz y boca, como una locomotora.- El caso es que me he arriesgado bastante para venir aquí, solo para verte... Pienso ayudarte, no luchando ni mierdas de esas, pero sí que te pienso dar algo que te ayudará a liberar todo tu potencial.

-¿Por qué harías algo así? -Todo aquello sonaba muy raro.

-¡Porque te debo dieciocho años de regalos de cumpleaños y navidades juntos! -El hombre castaño se echó a reir- Y bueno... porque me gustas, chaval... Creo que tu estás destinado a hacer cosas grandes...

-Entonces... ¿Que es eso que quieres darme... Azrael? -Aun estaba algo escéptico respecto a todo aquello.

-Una razón para luchar... -Pude ver como acercaba su mano a mi frente y, de repente, la oscuridad.

Tuve visiones, visiones de un mundo donde Lucifer se alzaba con la victoria. Por alguna razón comprendí que no solo se trataba de la competición, aquello era solo una tapadera para sus verdaderos objetivos. Miré a mi alrededor y solo veía muerte y locura, demonios devorando a todos los hombres y dioses, rios de sangre que llegaban por las rodillas, Explosiones que hacían parecer las bombas atómicas simples petardos. Entonces vi algo que me hizo un desgarrón en el alma. Crucificados en fila estaban todos mis compañeros; Charlie, Atlas, Nerya, Luccyan, Alice... Todos muertos, salvo Arthur, que gritaba y se debatía empalado por un millar de lanzas, intentando alcanzar a mis amigos, con lagrimas en los ojos.

-Basta... -Pude murmurar, temblando de rabia- ¡BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Pude ver como, en mi visión, los malignos ojos de lucifer ya no eran los ojos cansados y enfermos de ahora, sino unos ojos jóvenes y llenos de poder que me miraban directamente a mi, sonriendo con desprecio. En ese instante, había algo en mi alma que despertó, por primera vez. Aquella parte de mi, era la que me había producido aquellos ataques irracionales de ira cuando aun no conocía mi origen, sin embargo, aquellas veces, solo era como si se hubiera revuelto en sueños. Ahora era diferente, estaba totalmente despierta y rugía con odio y rencor. Pude notar como algo me atravesaba la piel de la frente, algo afilado que brotaba y se retorcía; cuernos.

-Vas a pagar, monstruo... -Mis ojos me quemaban, pero podía verlo todo, era un nivel de visión que iba mucho más allá de tres dimensiones. Podía verlo todo; cada electrón de cada partícula en el aire, cada simple movimiento del tiempo, incluso podía ver los sonidos, sabores y olores. Era como si de repente hubiera entrado en un mundo totalmente distinto.

-Este es tu verdadero poder, tu verdadera naturaleza, sangre pura... -Era la voz de Azrael; al girarme para verle, a penas si vi un borrón de luz blanca, pero pude reconocer algo, su aura, tan clara y real que sentí que si exendía la mano podría tocarla. Un gran halo de luz, con unas increíbles alas blancas.- Este es el verdadero poder de los Dioses entre los hombres, las quimeras... Que tu espada no vacile, que tu pulso sea firme, porque si no acabas con Lucifer, este es el mundo que nos espera...

No pude sino asentir. Notaba el poder corriendo por mis venas, era un poder destructivo inconmensurable... La verdadera Ira de Belphegor... Sin embargo, tambien noté algo, otro poder, aun escondido, que se negaba a ser liberado. Sin embargo, pronto desvié mi atención de ello y pude ver a mi alrededor. Estábamos en la azotea de un rascacielos, en Oniria, cerca del Gran Coliseo donde tendrían lugar los enfrentamientos.

-No olvides, porqué estás luchando, pequeño Luca... -De repente, noté que la presencia de Azrael se desvanecía. Me giré y ya no estaba.

No le di mucha importancia. Aquel poder me tenía embriagado, no había nada que fuera capaz de pararme. Noté unas alas que debieron romperse hace siglos brotando de nuevo en mi espalda. Unas magnificas alas de Águila real, que me impulsaron en el aire. 

-No quiero ser más el falso rey... Nunca más... -Un par de movimientos de mis alas y me dirigía, planeando al gran estadio.- Los protegeré a todos... y seré un verdadero Rey...

3 comentarios:

  1. Lo estoy flipando. Literalmente. La cosa se pone seria.

    ResponderEliminar
  2. Ojos dorados. OJOS DORADOS. DORADOS.
    Azrael planea algo, estoy SEGURO.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos los hijos de Lucifer y el propio Lucifer tenian los ojos dorados xD

      Eliminar