lunes, 24 de junio de 2013

Lullaby #Noche4 El Falso Rey Arturo (¿Medianoche?)

Nunca estuve muy seguro de cuanto tiempo pasó exactamente en el avión, pero sí recuerdo que fue bastante movidito, primero que nada, estuve hablando con Krim de las reglas del torneo. Al parecer, los capitanes tenían prohibido participar en la ronda preliminar y que por eso, iban haciendo camino hacia la sede de los Juegos Diurnos de aquella edición. En la ronda preliminar, al contrario que en el resto del torneo, los combates eran individuales en lugar de ser por equipos de tres. Cada victoria de cada Alianza le daría 100 puntos, 50 por empate y 0 por derrota, pero no se eliminaría a los perdedores de la competición. Además, esto también servía para catalogar el nivel de cada persona y ver de que eran capaces los médiums rivales.


Yo me moría de ganas por verlo, pero no tenía ni pizca de sueño, así que sería poco probable que pudiera ir a Oniria. Krim me dijo que no me preocupara, que normalmente lo grababan y que dejaban que los participantes que no habían podido asistir lo vieran. Estuvimos unos minutos sin decir nada y me fijé que Nerya me seguía mirando raro, me acerqué a Krim y le pregunté por eso, a lo que él contestó con una gran risotada.

-Bueno... digamos que con tu actuación de ayer te ganaste su respeto... -hizo una pausa y sonrió con complicidad- Y algo más...

Debo reconocer que en aquel momento no pillé la indirecta a la primera, pero entonces volví a mirar a Nerya y me di cuenta de que miraba a otra parte y se sonrojaba. Yo era corto para pillar esas cosas, pero habría hecho falta que además estuviera ciego para no darme cuenta de lo que pasaba. De repente noté como se me inflamaban las mejillas e intenté cambiar de tema mientras veía como Krim se empezaba a reír como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo.

-Oh, vamos, chico, yo habría dado mi brazo bueno para ser la mitad de popular que tu con las chicas cuando tenía tu edad- Por primera vez me fijé en que Krim llevaba una alianza dorada en el dedo y que ahora lo tocaba algo nervioso- Aunque también llamas la atención de gente peligrosa, por lo que parece.

-¿Styx? -Miré al joven de negro, un par de asientos enfrente nuestro. Estaba escuchando música, pero miraba a Luccyan de vez en cuando, como si velara su sueño- No es tan malo cuando le conoces.

-En eso debo darte la razón, ni Luccyan ni Arthur son malvado de corazón... pero son peligrosos. -Bajó la voz un poco- Styx es como un perro callejero, es bueno con quien es bueno con él, pero Luccyan es un perro adiestrado para cazar -Miró de reojo otra vez a Luccyan- Ese tiene un dueño muy claro al que obedece a ciegas.

-Ya... -Me costó imaginarme a Luccyan y a Styx como a dos perros y no reírme. Me contuve por no hacer el feo a Krim, pero entonces me decidí a cambiar de tema, ya que con aquel me sentía incomodo.- Por cierto, que has querido decir con que soy popular entre las chicas.

-¿Que suele significar eso, chico? -Su rostro volvió a componer una sonrisilla de complicidad- Que a la mayoría de las chicas de este avión no les importaría que les hicieses una visita nocturna.

-¿P-por que yo? -Estaba totaalmente sonrojado y noté como Alice se acurrucaba contra mi en sueños- Además, a estas alturas todos deberían saber que estoy con Alice.

-Y por eso no te ha violado nadie todavía -Soltó una risotada qque resonó por todo el avión.- Nadie se acercaría al territorio de esa la pequeña Ali si no tuviera intención de suicidarse.

-¿Que? -me quedé algo contrariado y vi como Krim miraba a Alice con un filo de miedo en sus ojos- ¡Si Alice no mataría a una mosca!

-Ay, el amor... que ciegos nos deja -Krim parecía muy divertido con mi afirmación- ¿Alguna vez la has visto pelear?

Negué con la cabeza y miré de nuevo a Alice, que en aquel momento parecía especialmente desprotegida y frágil. No podía creer lo que Krim insinuaba, y como me estaba empezando a molestar un poco, dije que me sentía un poco mal y quería dar una vuelta. Cuando salí a clase turista me di cuenta de que, efectivamente, como había dicho Krim, la mayoría de chicas me echaban miraditas y se reían. La verdad es que a mi nunca me habían pasado esas cosas, así que no sabía como reaccionar. Me metí en el baño escapando de aquella situación tan incomoda y cuando miré al espejo, tras echarme un poco de agua a la cara me sorprendió encontrar la figura de Bell, al lado de mi reflejo, mirándome risueño. Me giré, pero no había nada ahí... su imagen solo estaba en el espejo. En ese momento me di cuenta de que mi madre tenía razón, eramos como dos gotas de agua.

-Te veo preocupado, Luca... -Me dijo Belphegor, desde el espejo.

-Nunca había atraído tanto la atención de tanta gente... y menos de las chicas- Le miré con algo de consternación, porque parecía a punto de regirse.- ¿Que tiene tanta gracia?

-Que me temo que esto es culpa mía, porque no sé si sabes algo de mis habilidades-Se empezó a quitar la coleta para hacérsela de nuevo.

-No, la verdad es que no...-Me lo quedé mirando unos instantes.

-Verás, Luca, resulta que soy el Archidemonio de la Lujuria... y tu, al ser mi hijo tienes un poco de mi... encanto -Aquello me dejó fuera de lugar. No me había parado a pensar que clase de habilidades me habría dado ser hijo de un demonio, pero aquello me pareció algo un tanto chistoso- Además, tambien eres bastante guapo, lo cual ayuda.

-Papá... ¿me estás tomando el pelo? -Me di cuenta de que le había llamado papá de forma inconsciente, como si fuera lo más normal del mundo.

-Yup, así que será mejor que mantengas controlada tu sangre joven si no quieres que Alice te corte en pedacitos. -Realmente creí que nada de aquello estaba bien, era todo una gran broma, tenía que ser eso.

-Luca... -sonó una voz débil al otro lado de la puerta, de mujer, a la vez que tocaban a la puerta.- ¿Estás ahí?

-Hablando del diablo... -fue lo último que le oí decir a Bell antes de que desapareciera, aun riendo.

Abrí la puerta y encontré a Alice, parada frente a mi. Era más bajita que yo, pero me estaba mirando de esa forma que solo puede mirarte una mujer, que te hace parecer muy pequeño de repente. Estaba enfadada; MUY enfadada.

-Hola, Alic...- no pude terminar la frase; una mano había impactado contra mi cara y me habíaa hecho dar una vuelta casi entera.- ¿A que ha venido eso?

-Tu sabrás, Casanova... -su voz sonó fría, pero con un mar de ira contenida, como si se fuera a desbordar por todas partes. Entonces me di cuenta de que todos nos estaban mirando, tanto desde la zona Turista como bussines, todos se habían asomado a vernos. Alice también se dio cuenta- Entra.

-Pero yo... -Me di cuenta de que era una orden, así que decidí obedecer antes de que me dieran otra bofetada.

Estábamos bastante apretados en el estrecho baño del avión, tanto que ella estaba casi encima mio. Me esperaba una reprimenda, otra bofetada y alguna cosa más, pero me sorprendió con un beso. Era un beso posesivo, apasionado y sofocante. Por un instante entendí a que se refería Krim. Alice era fuerte, tanto como para estamparme contra la pared sin esfuerzo. Yo estaba bastante asustado, como un ciervo a punto de ser atropellado.

-Eres mio -Dijo, afirmando, apoyándome las manos en el pecho, apretándome contra la pared.- No quiero que te vayas... te quiero solo para mi.

-Yo... -No sabía que responder a aquello. En cierto modo, me daba algo de miedo, pero entonces me fijé en que sus ojos se habían vuelto de color gris oscuro y estaban algo empañados.- Solo seré para ti...

Entonces no lo sabía, pero visto en perspectiva, puedo entender ese comportamiento. Alice nunca había tenido a nadie, ni padre, ni madre, ni amigos hasta hacía bastante poco... Por eso yo era algo que ella no quería perder. Yo sé lo que es sentirse solo... pero lo de Alice era otro nivel.

-¿A que ha venido todo esto? -Me fijé en que tenía el labio partido, e intenté limpiarselo.

-Nada, mejor que no lo sepas...-dijo y se limpió los ojos con el dorso de la mano- deberíamos salir o la gente empezará a pensar cosas raras.

 Yo me ruboricé con la idea. Aunque era bastante comprensible... Un chico y una chica solos en el baño de un avión durante mucho rato... Abrí la puerta bastante acelerado y encontré la figura de Charlie al otro lado, que nos miraba sonriendo. Había algo en él que no acababa de entonar, pero no caí hasta que le miré con atención. Tenía una herida que le iba desde la frente hasta la mejilla que sangraba bastante, pese a ser muy superficial.

-¿Ya habéis terminado? -Pareció no darle ninguna importancia a su herida, que cicatrizaba a una velocidad asombrosa- Que poco aguante tienes, Luca, tendías que ir a consultarlo con tu medico.

-¡No estábamos haciendo nada! -me apresuré a decir. Señalé lo que ya era una pequeña cicatriz plateada- ¿Que ha pasado?

-Bueno, Styx y yo hemos solucionado nuestras diferencias como hombre... -Se encogió de hombros y sonrió, enseñando un diente roto- Si íbamos a trabajar juntos, tenía que dejar ese asunto zanjado.

-¿Trabajar juntos? -Miré a Charlie y luego a Alice.

-Verás, debido a que Lucifer ha puesto sus cartas sobre la mesa, Belphegor, Lisa y Poseidón han llegado a un acuerdo... Nuestras tres Alianzas trabajarán juntas con objetivo de detener a Lucifer, sean cual sean sus planes.

-Será como en los viejos tiempos... -susurró Alice, con un poco de nostalgia.

2 comentarios:

  1. Pero que cachondeo de capitulo. Que bien me lo he pasado, entre Luca que no se entera de nada y la actitud de Alice.... Y para rematar el comentario de Charlie xDDDDDDD

    ResponderEliminar
  2. Belphegor es todo un sex symbol xDD
    Luca es mú cortito. Me recuerda a mí. Y eso no es bueno, maldita sea xD
    Alianzas, perfecto. Lucifer tendrá un pasado triste, pero habrá que ver cuales son las consecuencias de enfrentarse a Dios y otros...

    ResponderEliminar