viernes, 17 de mayo de 2013

Lullaby #Noche3 Los puños ensangrentados de dos lobos solitarios (Amanecer)

Fui a cambiarme a una de las habitaciones del hotel que Bell me había indicado. Cuando me vestí, me di cuenta de que el traje me venía como un guante. Era muy parecido al traje que solía llevar Bell, pero un poco más oscuro, con la camisa de color negro, en vez de lila, como la suya. Cuando me miré en el espejo, no pude evitar sentirme mayor... Hacía poco que había cumplido los dieciocho, pero como era un poco bajito, parecía más joven. Sin embargo, aquel traje resaltaba la anchura de mis hombros y mis ojos dorados. Me paré frente a mi reflejo unos instantes, escudriñando aquellos ojos, apagados, sin luz. Se me ocurrió por un momento hacerme una coleta, ya que mi pelo había crecido bastante, y cuando lo hice y me miré en el espejo, vi algo que no me gustó.

Era como si de repente me hubieran dado un mazazo. No, era una coincidencia, no podía ser eso, pero... El parecido era increíble... Yo tenía la cara más redondeada y el pelo más oscuro, pero los ojos... esos ojos...
Aun estaba perdido en mis pensamientos cuando Alice entró en el cuarto y me sorprendió tapándome los ojos. Al girarme para verla, vi que llevaba un elegante vestido blanco, que resaltaba su pelo de color fluorescente y sus ojos azules. Pese a eso, tenía una cartuchera colgada de la cadera, bien cerrada, que desentonaba un poco con el resto de su indumentaria. Estuve por preguntarle que llevaba ahí, pero noté que aun estaba molesta por lo de Luccyan, así que mantuve mi bocaza bien cerrada.

-Aaaaaaw, que monos -La repentina intervención me sobresaltó. Había una mujer en la puerta, observándonos, con un aire melancólico.- Recuerdo cuando yo era así con Tigre...

Tenía la piel morena, de un color rojizo, como si fuera bronce pulido. Era de rasgos elegantes, aunque su nariz me parecía un poco afilada para su rostro. Iba bastante desaliñada pero su pelo, rojo y ondulante, parecía fuego, gracias a los destellos del gran sol carmesí que se colaban por la ventana.

-¡Nicky! -Alice se lanzó a abrazar a la recién llegada, que le sacaba, por lo menos una cabeza- Luca, está es Phoenix, mi espíritu.

-Puedes llamarme Nicky... -Me observó con detenimiento y sonrió- Eres el vivo retrato de tu padre...

-¿M-mi padre...? -Me quedé pensando de nuevo, si realmente se refería a quien yo pensaba- ¿Conoces a mi padre?

-Bueno, algo así... -Se encogió de hombros y se me quedó mirando- Aunque ni tu madre estaba muy segura de conocerle realmente... -Suspiró, recordando viejos tiempos- Es un tipo enigmático...

-Pero... -dudé si preguntar- ¿Quien es...?

-Oh, si te lo dijera perdería la gracia... -Me sonrió con un aire divertido- Pero no deberías sacar conclusiones precipitadas... -tras decirme esto, se escabulló por la puerta por la que había entrado.- Ya nos veremos, pajarillo...

-¡Nicky! -Alice la miró marcharse, enfurruñada y luego me miró a mi- Perdónala, es un poco prepotente...

Le quité importancia e intenté quedarme más calmado mientras terminaba de arreglarme. Cuando salimos de la habitación, fuera, nos esperaban dos chicos. Uno era Charlie, con un traje negro mal puesto, la corbata bastante floja y la camisa rosa medio abierta, pero el otro, un chico de unos dieciséis años, con el pelo rubio largo y revuelto, de ojos azules. Llevaba un traje de color eléctrico, con una gabardina raída por encima de los hombros.

-Yo, parejita... -Charlie seguía con su pachorra habitual- ¿Que tal, Capitán? -Me dio un par de palmaditas en la espalda- ¿Listo para presentarte a tus soldados?

-Ehm, supongo... -Estaba temblando como un flan. Nunca había visto a los otros miembros de Lullaby, y ahora iban a meterme en un escenario a representarlos.- ¿No empieza esto muy tarde? -el sol estaba a punto de ponerse, y pronto se haría de noche completamente.

-La ceremonia dura toda la mañana del día humano... -Era el chico nuevo quien me hablaba- Y la fiesta toda la noche de aquí... No está mal, pero yo prefiero preparar mis cosas para la primera noche del torneo...

¿La fiesta duraba todo el día? No, ni hablar, no sabía donde me había dejado mi cuerpo, ni que harían los chicos de Styx con él, así que prefería volver cuanto antes. Pero según me dijo Charlie, era considerado una ofensa que alguno de los Capitanes se marchara antes de terminar la fiesta, así que tuve que quitarme aquellos miedos.

-Por cierto... -Dijo el chico- Me llamo Vladik, y soy de Noruega, mucho gusto... -me tendió la mano y se la estreché.

-¿Noruega...?-No me lo acababa de creer- Eso está en el quinto infierno... Y no te noto ningún acento...

-Eso es porque estamos en Oniria, de hecho, ni siquiera estoy hablando inglés -Sonrió de forma afable- En Oniria no hay idiomas, solo pensamientos, por lo que cualquier persona puede entender lo que otra le diga aunque hablen distintas lenguas.

Aquello era una cosa interesante. Yo sabía que Liam hablaba inglés, pero que muchos de los miembros de O'Kamirai eran de Asia, lo cual tenía más sentido si podían entenderse sin hablar el mismo idioma. Vladik me estuvo explicando que él había sido el capitán de un equipo más pequeño llamado Sleipnir, que, tras ser derrotado en la Fiesta anterior, había decidido unirse a Lullaby. Al parecer, a parte de las agrupaciones más grandes, se presentaban muchos equipos pequeños como el suyo, que raramente ganaban, por lo que se unían a las Grandes Alianzas, o, menos a menudo, formaban algunas nuevas. La ceremonia de apertura era un gran acontecimiento, pues se decían cuales serían los equipos que participarían, sus lideres y quien era su "mecenas". El mecenas era el Espiritu que cortaba el bacalao en cada alianza; En la nuestra era Bell, en O'Kamirai, Amaterasu, etc. Después, había la costumbre de quedarse hasta tarde para celebrar una gran fiesta de confraternización en la que hasta los poco sociables miembros de Guillotine se soltaban un poco e intentaban no destrozar nada. Por alguna razón, empezaban a parecerme cada vez menos "malos". Quizás sí que eran violentos y anárquicos, pero tampoco eran extremadamente malignos.

Cuando llegamos al Gran Auditorio de la ciudad estaba abarrotado de gente bien vestida, algunos participantes y otros, espíritus. Vladik me enseñó el camino hasta los camerinos, pero Alice y Charlie se quedaron, buscando un sitio. Cuando llegamos al Back Stage, Bell nos estaba esperando, y tras estrecharle la mano a Vladik, lo despidió.

-Sabía que ese te quedaría bien... -Me echó un vistazo, evaluando si había tomado bien las medidas de mi traje- Créeme, si de algo sabemos los demonios es de trajes.

-Bueno, es muy cómodo -Me sentía un poco violento, tenía una pregunta en la punta de la lengua. Necesitaba saberlo ¿Sería él...?- Oye, Belphegor, quería hablar contigo un momento...

-¿No puede esperar a luego? -Me miró levantando una ceja- La ceremonia va a empezar ahora mismo, en cuanto Hermes salga al... -Se giró al escenario y vio a un hombre joven, con cara de sátiro, muy sonriente, ataviado con un traje azul que le daba un aire de cartero. Tenía sobre la punta de la nariz unas de estas gafas de sol de cristales redondos y purpuras y un par de aros en la parte alta de una de sus orejas. Mi primera impresión: Molaba cantidad.- Ahí está -Bell me agarró del brazo y le me llevó a rastras hasta el borde del escenario.

-Damas, caballeros y ... indeterminados... -dijo Hermes usando un micrófono adornado como si fuera un Caduceo (ya sabéis, este símbolo que hay en las farmacias del bastón envuelto en dos serpientes.)- Estamos hoy aquí para terminar esto lo más rápido posible e ir a la fiesta, que total, es lo que nos interesa, así que si no os importa usaré mi velocidad de voz normal -Creo que pasó medio segundo desde que abrió la boca hasta que terminó la frase- Sin más dilación.... Comencemos con este muermo.

2 comentarios:

  1. Creo que Luca y yo tenemos las mismas dudas sobre quien en su padre, pero todos estan en contra de que se sepan. Joo >3<

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  2. Hermes ya me cae bien x
    Y maldita sea, lo de que no hay que "precipitarse" sobre quién es el padre va para nosotros, ¿no? xD

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