lunes, 8 de octubre de 2012

Lullaby #Noche 1 Medianoche

"Es aterrador"

Fue lo único que pude pensar cuando me hablo. cada vez que exhalaba, cada segundo que me miraba, me hacia sentirme consciente del paso del tiempo, instante por instante. Sus ojos eran dorados como la miel, de iris grandes en los que se enroscaba como una serpiente, naciendo de sus iris perfectos.

No era mucho más alto que yo, ademas estaba sentado y no iba armado; pero tenia la sensación de que, si lo deseaba, podría hacerme desaparecer con un suspiro. Un aura venenosa lo envolvía. me daban ganas de correr y saltar a través del crista, pero mis rodillas temblaban y no respondían.

-Siéntate, chico- Hizo un gesto para señalarme la silla frente a la suya. Como una marioneta, mi cuerpo se movió, sumiso a sus ordenes.- Hablemos de negocios- Saco unos papeles del primer cajón de su escritorio y los puso sobre la mesa.

- Señor, Belphegor- Reuní valor para decir.- ¿Puedo preguntarle algo?

-Antes de pasar al papeleo- Dijo, como si no me hubiera escuchado.- ¿Gustas?-Me tendió una caja de puros. Yo no sé de cigarros, pero aquellos parecían de muy caros.

-No, gracias, no fumo-dije

-Bueno, pues si no te importa, voy a fumarme yo uno- Dijo mientras desenvolvía y cortaba el puro con cuidado.- ¿Se te ofrece algo para beber?- Extrajo una cerilla de una caja en el bolsillo de su chaleco, la prendió y encendió su puro.- Tengo de casi todo; Vino, cerveza, refrescos, licores, agua fría, te de varias clases, café...- Se me quedo mirando y pareció notar el frio que tenia- Pero creo que lo que tu necesitas es un buen chocolate caliente.

De repente aquel hombre dejo de parecerme tan aterrador. Era malvado,pero por alguna razón, vi preocupación y compasión en sus ojos. Fue hasta la puerta y me hizo un gesto para que fuera con él. Salimos a un ascensor pequeño y bajamos unos cuantos pisos. Cuando se detuvo bajamos y pasamos por una gran sala llena de cubículos donde solo se oía el sonido de los miles de teclados repiqueteando a la vez. Cuando pasamos por un cubículo abierto hacia nuestro pasillo me di cuenta de que no había nadie ahí, al menos que yo pudiera ver. Pero las teclas se movían y en la pantalla salían los caracteres. Cuando quise darme cuenta, Belphegor ya estaba casi al final del pasillo, así que tuve que darme prisa para alcanzarle.

Llegamos a una puerta al fondo de la sala.Tra ella habia una sala de descanso. Algo similar a una cocina, con un microondas, una nevera, una pila de platos y tazas y una maquina de café en una esquina. Belphegor sacó un brick de leche y lo puso un poco en un vaso. Despues, guardo el brick y cogio una tableta de chocolate negro que partio en varios pedazos y hecho a la taza. Lo metió todo en el microondas y lo puso en marcha.

- Bueno, esto tardará un rato así que mejor empieza con las preguntas, Luka- Dijo Bel, con su tono calmado y, por alguna razón, algo sedante.

- ¿Que es este lugar? No solo la torre, sino la ciudad entera ¿Quienes eran los hombres de ojos rojos que nos atacaron?¿Por que lo hicieron?- Las preguntas brotaron de mis labios como un geiser, todas a la vez.

-Bueno, una por una, chico- Rió el diablo- Esta es la sede de mi empresa, Soul Cry, somos algo así como la bolsa de tu mundo, negociamos con créditos y guardianes- hizo una pausa- Tenemos los mejores guardianes de toda esta parte de Oniria- Se puso la mano en la cara como muestra de acabarse de dar cuenta que no le estaba entendiendo- Oniria es este mundo, a medio camino entre el mundo de los mortales y el de los "Eternos".

-¿Eternos?- Pregunté sin entender del todo

-Los espectros de la humanidad. Todo lo que ha ido creando vuestra mente a lo largo de los siglos. Dioses, ángeles, demonios, monstruos y criaturas de todo tipo- Hablaba con vehemencia, casi con emoción, parecían brillarle los ojos (más de lo habitual) cuando hablaba de Oniria, como quien presume de una propiedad- Los hombres que os atacaron son conocidos como "Silenciosos", humanos artificiales creados por una entidad de este plano o uno superior para obrar su voluntad fuera de su radio de acción.

-Una entidad...- No sabia muy bien por qué, pero me parecia que la siguiente respuesta no me iba a gustar- ¿Quien los envió?

-Yo -contesto Bell sin inmutarse. No había ni rastro de arrepentimiento ni nada parecido en su rostro, solo indiferencia- No te lo tomes como algo personal. De hecho, no iban a por ti, sino a por tu "amiguita", Alice.

-¿Alice?- Pregunte confuso- ¿Por que?

-Hice un trato con ella hace unos años, un trato vinculante muy especial- Parecía melancólico y resentido- Yo cumpli mi parte del trato, ella no. Como castigo, le mando cada cierto tiempo una patrulla de silenciosos para recordarle que cada vez que se duerma vigile su espalda, porque ella tiene algo que es mio y nada evitará que lo recupere.

Aquel hombre no parecía mentir, pero ¿Alice?¿Como se había involucrado con él?¿Como había llegado hasta Oniria? Cada respuesta generaba mil preguntas más. Bell había dicho que ella tenia algo suyo...¿Que sería lo que le había arrebatado?

-Antes dijiste algo de un trato- Cada palabra se me atragantaba- ¿A que te referías?

Una sonrisa de media luna se le dibujo en la cara. De repente, sonó el timbre del microondas y saco una taza llena de espeso chocolate. Me la ofreció y sin contestarme se dirigió al mueble-bar saco un vaso, le puso hielo y se sirvió una ginebra. No dejó de mirarme con aquella espiral de luz en sus pupilas daba un pequeño sorbo a su bebida.

Me ponía nervioso. Ya no solo por su aura nociva y sus rasgos demoníacos... sino porque tenia la sensación de haberlo visto antes. Un recuerdo vago, de mi niñez. Unos ojos como aquellos, unos ojos que despedían luz.

-Quiero que seas mi representante en la Fiesta de Guerra de este año -la afilada voz de Bel me sacó de aquel recuerdo- No es a cambio de nada, por supuesto -Me lanzó algo y conseguí atraparlo al vuelo- Tu puedes quedarte con los créditos y con el deseo... Yo solo quiero ganar.

-¿Fiesta de qué? -Observé lo que me había lanzado. Era un reloj dorado con el dibujo de un águila imperial alzando el vuelo- ¿Que es todo eso?- Estaba confuso y no entendia nada.

-Ah, claro, tu no has participado antes- dijo dándole otro trago a la ginebra- Verás, aquí en Oniria se juntan espiritus, dioses, demonios y criaturas de toas partes de tu mundo para buscar fortuna y negociar entre ellos. ¿Con qué? te preguntaras. Muy sencillo, con almas humanas -hizo una pausa- Para nosotros el oro, la plata o las piedras preciosas carecen de valor. Lo unico que se acepta en esta ciudad como moneda son las almas.
>>Evidentemente, sería poco ético arrebatare el alma a un humano sin más, amen de peligroso y, según nuestras leyes, está penado con la muerte. Por lo que los espíritus hacemos tratos con los humanos para obtener pequeños fragmentos de su alma a cambio de favores de distinta índole. Fragmentos de distinto tamaño, dependiendo de la magnitud del favor- Se puso a hacer girar su cola con la mano como si fuera una cuerda- Sin embargo, perder un pedazo de alma tiene sus consecuencias- Me miró de soslayo- Los humanos que pierden partes de alma también se les arrebata un poco de su suerte y de su "humanidad".
>> En cualquier caso, esas almas no se usan directamente, sino que se acumulan en unas sucursales similares a los bancos humanos y a cambio de las almas depositadas se le entrega al depositante una cantidad de "créditos". Aquí está el truco- dijo con una pequeña risita- Los espíritus somos más poderosos a cuantas más almas tenemos, de ahí que todo el mundo esté ansioso de conseguir más. También hay lo que llaman "creditos libres" que no están relacionadas con las almas sino que se otorgan como una especie de condecoración o premio. Eso es una ventaja, porque sirven para comprar almas sin gastar las tuyas- Se paro para coger aire- ¿Hasta aquí todo bien?

Asentí para responder a su respuesta. En aquel momento mi mente estaba demasiado ocupada intentando entender todo aquello. Pese a que sonaba terriblemente complicado, en esencia, era estúpidamente sencillo una vez obviabas lo absurda que era la sola idea de que aquella fuera una ciudad en otro mundo donde se reunían criaturas mitológicas que, supuestamente, vivían en el nuestro. Yo nunca he sido una persona escéptica por lo que no me costo mucho asimilar algo como la existencia de seres no humanos en nuestro mundo, simplemente, yo ya los habia "percibido" con anterioridad, solo que nunca había visto uno tan claramente como veía en ese momento a Belphegor.

-Una vez entiendes eso, el resto es sencillo- dijo Bel, continuando con su explicación- Cada año, hay una gran oportunidad para todo el mundo de conseguir una gran cantidad de créditos libres sin mucho esfuerzo. Una gran competición llamada Fiesta de Guerra donde, en representación de cada espíritu lucha un paladín humano- Yo ya iba entendiendo por donde iban los tiros, pero deje que siguiera hablando, sin interrumpir- Es como un torneo, los paladines se enfrentan entre si en equipos de tres por la noche, mientras que por el dia tienen que superar una serie de pruebas que cambian cada año. Los humanos que se presenten como paladines deben tener un contrato de tipo C con el espíritu al que representan, o sea, un contrato de vinculación bilateral, según el cual el espíritu en cuestión se compromete a darle una parte de su poder al paladín para que esté en condiciones de luchar y, a cambio, este debe llegar lo más lejos que sus habilidades le permitan en el torneo -Hizo una pausa y saco un rollo de papel de la chaqueta- Tu amiguita hizo algo muy feo... Hizo un trato conmigo antes de empezar la competición y yo, de buena fe, le di un fragmento de mi alma para que participara, sin embargo, no se presento a la primera prueba y yo fui el hazme reír de toda Oniria durante años pero eso me da igual, lo que realmente me interesa es que ella aun sigue teniendo ese fragmento y quiero recuperarlo- Lo decía como si le doliera- Para eso necesito que tu participes.

-¿Yo?-No alcanzaba a entender como, según él, yo iba a hacer que Alice le devolviera lo que le había quitado- Aunque aceptara, que no digo que lo haga ¿Que gano yo con todo esto? No me interesan esos "créditos" de los que habla y aun así has dicho que necesitaban tres personas para participar ¿Quienes son los otros dos?

-Bueno, supongo que es justo que os veáis, aunque ya os conocéis-rió suavemente y apuró su vaso de ginebra- Ten-Ten, ya podéis pasar.

Por la puerta entro un hombre alto, musculoso, con el pelo rojo muy corto. Sus ojos eran totalmente negros como los ce un cuervo y de la espalda le crecían un par de alas negras que, de alguna forma, estaban del revés, mirando hacia abajo. Vestía una camiseta negra ceñida al cuerpo y unos pantalones de camuflaje urbano rojos grises y negros con unas botas de combate. Del cuello le colgaba una chapa de perro que ponía Tenkuno Guruma. Su rostro era severo, pese a que no era mucho mayor que yo, al menos, no lo aparentaba.

-Ten-Ten es el espíritu que entrenó a tu compañero y sera nuestro refuerzo- dijo Bel jovialmente- Su paladín ya ha participado un par de años e incluso llegó a la final una vez.

Cuando entró no podía creer lo que veían mis ojos,  hasta hacia veinticuatro horas no le conocía de absolutamente nada ya ahora lo tenia hasta en la sopa, porque, pese a que no llevara una camisa hawaiana rosa, estaba claro como el agua que era él.

1 comentario:

  1. Muy buen capitulo, me ha gustado mucho y me ha tenido absorto. Puede que sea un poco denso con todas esas explicaciones, pero son necesarias, y a mi parecer ha quedado un buen capitulo, eso si, tiene algunas faltar ortográficas como algún punto que falta y un "toa" en vez de toda xD Pero por lo demás fantástico, me gusta mucho Lullaby :D

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