lunes, 3 de septiembre de 2012

Outbreak XXII

Solo quedábamos Nadia, Checo y yo, además de Milla que la estaba intentando llamarla al móvil pero no lo cogía.

Bajamos las escaleras de emergencias y nos metimos por un callejón teniendo cuidado de los zombies que aún rondaban cerca.

-Atravesando esta callejón estaremos cerca del instituto, solo quedaría atravesar un par de calles.

Asintieron.

Corrimos por el callejón y casi al final un zombie salió de una esquina oscura y se abalanzó sobre mi.

Forcejeé con él y me fijé de que era Mike.
Se me cayeron las armas.

-¡Nadia!¡Coge mis pistola y disparale!
-¿¡Y si fallo!?
-¡No te preocupes ahora por eso!
-¡ Déjamelo a mi Nadia!¡ Quédate quieto!-me dijo Checo
-¡Date prisa!-le dije.

Deje de forcejear y el zombie acercó su cara a mi cuello, pero antes de poder hacer nada se escuchó un disparó y el zombie cayó al suelo.
Volvió a levantarse.

Cogí la espada del suelo y se la clavé en la clavícula atravesándole hasta el pecho.El zombie se paró, pero unos segundo después volvió a querer morderme. 
Se escuchó un tiro y el zombie se  detuvo al fin.

Intenté sacar la espada, pero tuve que ayudarme del pie para empujar el zombie y sacarla.

-Le conocía.-les dije sin saber muy bien porque.
-La llegada de los zombies nos han dejado sin mucha gente.
-Si...

La moto con la que escapó del garaje estaba tirada un poco más adelante, pero no tenía gasolina suficiente como para llegar a ningún sitio.

Estaba inspeccionando la moto cuando Nadia gritó.

-¿Qué pa...?- empecé a preguntar pero rápidamente vi el motivo.

Una criatura igual a la que acabo con Toni y Thomas.

-¡Corred!-grito Checo.

Nadia salió del callejón y nos dejo a Checo y ami ante el monstruo.

-Cúbreme.
-No lo dudes.

Me acerqué corriendo justo cuando estaba a punto de golpearme con el brazo retrocedí y luego intenté clavarle la espada, pero en cuanto tocó su piel la espada se quebró y rompió. La tiré.

-¿¡Qué demonios tienen por piel!?
-!¡Max sal de ahí no me quedan balas!!

Intenté correr y huir, pero antes de poder escapar me agarró por la mochila.
Busqué si me quedaban balas en los bolsillos y las encontré. No me importaba perder las mochila.

Me quité la mochila, caí y rodé por el suelo para alejarme de él y huir.

-¡Corre!¡No piensa dejarnos escapar!- le dije a Checo al ver que nos seguía.

No teníamos nada para pararle.

Pasé al lado de la moto y tuve una idea. Disparé un par de veces al depósito de la gasolina y antes de que estallará corrí.

Cuando estalló tras unos segundos el monstruo profirió un grito.

Escombros volaron. Uno de ellos me dieron el el hombro izquierdo y me derribó.

Me levanté y cuando la humareda pasó vi que el monstruo estaba tirado en el suelo, ardiendo.

Sentía algo caliente en el brazo donde me había golpeado. Miré y vi que estaba sangrando y me dolía el hombro

Salí del callejón.

-¿Estás bien?.me preguntó Nadia
-Hemos escuchado una explosión.
-He usado la moto para acabar con él.
-¡Estas sangrando!
-No es nada.Algo que ha salido volando con la explosión me ha golpeado.

Intenté mover el brazo para demostrarle que no tenía nada grave, pero no pude, me dolía demasiado.

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