Outbreak XXI

-¡Estás loco!-le dije.
-¡Dime lo que quieras,pero quién tiene la sartén por el mango soy yo!

Di unos pasos hacía él, pero le acercó el cuchillo más al cuello de Dianne.

-¡Un paso más de cualquiera de vosotros y ella es historia!
-¡Monstruo!-le dijo Nadia.

Apreté los puños.Veía como las lágrimas caían por el rostro de Dianne y sus ojos demostraban auténtico miedo.

De repente,Nicholai se lanzó a por una pistola de las que había en el suelo  y le disparó todo lo rápido que pudo.
Él apuñalo a Diane por las espalda. Nicholai había fallado el tiro.

Dianne cayó al suelo.

Al principio el loco se sorprendió, pero rápidamente empezó a reír a carcajada limpia.
Tanto Nadia como yo lloramos. Ella cayó de rodillas. Yo corrí hasta el loco para golpearle.
Lo tiré al suelo y le di varios puñetazos en la cara. Mientras el no dejaba de reír ni se le borraba esa sonrisa macabra de la cara.

Cuando terminé, más cansado que satisfecho, me fui hacía Dianne que estaba tirada en el suelo rodeada de un charco de sangre.

La cogí entre mis brazos para ayudarle a incorporarse.

-Dianne......lo siento....

Negó con la cabeza lentamente.

-Me basta con saber que tú estas bien.

Me acarició la cara, pero antes de que pudiera terminar su mano cayó sin fuerza.
Dianne había muerto. Lloré más fuerte.

Me levanté y me miré las manos. Era la sangre de Dianne la que me las manchaba.

Me pasé los dedos por la cara y me hice unas marcas.

-¡Tú!-le dije a Nicholai,que se había quedado blanco y paralizado.

Me acerqué a él y lo agarré por la camiseta.

-¡Si no hubieras hecho eso!¡Si no hubieras intentado nada Dianne ahora no estaría muerta! Dianne....

Le solté y me volví a tirar al suelo de rodillas.

-Lo siento.-dijo con un hilo de voz

Checo se acercó y me ayudó a levantarme.

-Es culpa mía.-dijo.-Pensaba que lo tenía todo bajo con solo calcularlo. Pero me equivocaba.

El loco se levantó y se dirigió hacia nosotros.

-Ahora toca pedir perdón y que me perdonéis.

Nicholai echó a correr hacia el loco que no se lo esperaba y consiguó embestirlo y ambos atravesaron la cúpula de cristal y cayeron.

-¡Nicholaiiii!-grité.

No podía creer lo que acababa de hacer. Lo más probable es que no hubiesen sobrevivido a la caída.

Me asomé por el hueco y vi  el cuerpo de Nicholai y el loco tirados en el suelo rodeado de cristales y los zombies se acercaban a ellos.

Nadia seguía llorando, más fuerte que antes al ver lo que Nicholai acababa de hacer.

-No podemos quedarnos aquí.-me dijo Checo.

Ayudamos a Nadia a levantarse y recogimos nuestras armas.

-Tenemos que salvarnos.-dijo Nadia.
-Si. Y  tenemos que salvar a Milla.-dije.- No lo dudéis.