lunes, 27 de agosto de 2012

Outbreak XX

Estábamos acorralados en la tienda con una criatura lenta pero muy fuerte y resistente..

Me arrastré sigilosamente hasta donde estaba Dianne.

-¿Estás bien?
-Si, un poco doloridas,pero ya esta.

Nos arrastramos hasta donde estaban los demás, detrás del mostrador.
Thomas tenía una herida muy fea en pierna y unos cristales clavados en ella.

-No puedo andar.
-Te ayudaremos.-dijo Nadia.
-No serviría de nada.Solo os retrasaría y os pondría en peligro.
-Se puede intentar.-dijo Nicholai.-Si....
-Nada se puede hacer ya.-dijo Thomas.-Quedarse conmigo o intentar salvarme es querer suicidaros.
-Pero....-quise decir.
-¡Iros!

La criatura llegó y con el brazo destrozó lo que quedaba  del mostrador dejándonos expuestos.

Thomas se levantó y se fue hacía el monstruo.

-Espero que no desperdicies mi sacrificio.

El monstruo le cogió del cuello y se lo acercó.

Todos aprovechamos ese momento para salir de la tienda corriendo intentado no ver lo que le deparaba a Thomas, pero escuchamos el gritó de Thomas que hizo que nos estremeciéramos

-Gracias.-dije en voz baja.

Corrimos hacia otro pasillo buscando alejarnos lo máximo posible y encontrar una salida.

Había pocos zombies, pero había que ir con cuidado ya que había algunos escondidos y el sitio no estaba muy iluminado.

Encontramos una salida de emergencias que daba al exterior, al techo del centro comercial

La luz de la mañana nos cegaba a todos.

El suelo estaba lleno de gravilla,tubos de ventilación, ventiladores de aire acondicionado y una cúpula de cristal en el medio.

Pudimos ver a los militares: estaban al sur de la ciudad.

Checo usaba la mira del rifle como telescopio.

-La cosa no pinta muy bien.-nos informo.

Busqué el instituto.

-¡Ahí esta!-les dije señalándolo.-¡Ese es nuestro próximo destino!

Miré a los demás y vi como miraban al instituto,pero faltaba alguien.

-¿Y Dianne?-pregunté.

Todos nos preocupamos.No estaba,había desaparecido.

-¡Dianne!-la llamábamos todos.

Un grito.

-¡Esa es Dianne!

Nos acercamos al lugar del que provenía: una torre de varios ventiladores.
El loco que me encontré en el hotel tenía a Dianne entre sus brazos y le tenía puesta una mano en la boca y con la otra le ponía un cuchillo en el cuello.

-Hola.....De nuevo.-dijo con la mirada más espeluznante que había visto en mi vida.

Las ropas estaban mucho más llenas de sangre que la última vez. Así como sus manos y cara.

-Si no queréis que le pase nada soltad las armas.

Todos lo hicimos sin dudarlo.

-¿Qué es lo que quieres?-le preguntó Nadia.
-Ahora, venganza. Me dolió eso que me hiciste la última vez que nos vimos,¿ sabes?

Acompañaba cada palabra con muecas y gestos raros 

-Pero lo que de verdad quiero es sangre.

Empezó a reírse como un loco.

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