miércoles, 11 de abril de 2012

Caffeine Girl #1

La ciudad parecía tranquila, pero no era así, y ella lo sabía.

Preparó rápidamente una cafetera bien cargada de café. Espero el suave borboteo del amargo néctar. Cuando estuvo hecho, se lo sirvió en una taza y le echó un leve chorreon de leche.

Vio como el humo escapaba de la taza. Le dio un sorbo. Cuando sus papilas gustativas entraron en contacto con el oscuro líquido, una especie de cosquilleo le atravesó toda la boca. Le encantaba ese cosquilleo y aún más el sabor que el café le dejaba.

El cosquilleo se extendió por todo el cuerpo. Ella, que sabía lo que iba a ocurrir de un momento a otro, se bebió de un sorbo lo que quedaba del café y dejo la taza en la mesa.

De repente, sin que ella pudiera evitarlo todo su cuerpo empezó a girar, cada vez más rápido hasta que al final solo fue una mancha borrosa.
Cuando paró, su apariencia había cambiado por completo. Ahora llevaba una camiseta morada con un circulo amarillo en el pecho con una taza de café derramando un poco de café, una falda amarilla, bajo esto llevaba unas mallas negras. También llevaba unos guantes, unas botas amarillas y una pequeña capa que le llegaba hasta las rodillas, también amarilla. El toque final se lo daba un antifaz negro que le tapaba parte de la cara.

Ella era Caffeine Girl. La superheroína.

Como si hubiesen estado esperando, en el cielo de la ciudad apareció una marca luminosa que dibujaba una taza de café como la que tenía dibujada en el pecho Caffeine Girl.

Vió la marca y salió corriendo escaleras arriba hasta la azotea, donde gracias a un gancho que portaba se columpio de edificio en edificio hasta el lugar del que procedía la marca. El lugar era el banco.

Las puertas estaban abiertas y las alarmas no dejaban de sonar. Entró.

Todo estaba oscuro, pero a lo lejos se escuchaban ruidos y voces.

-...Más rápido... ¡Venga!
-Si.....Joo, ¡que pesa!

Llegó hasta la sala que precedía la caja fuerte. La gran puerta que dejaba paso a la caja estaba abierta. Se temió lo peor, pero aun así entró.

La habitación era enorme, pero el espacio para moverse no era muy grande, pues estaba llena de montañas de lingotes de oro, cajas y cofres. Y justo enfrente de la entrada, en la pared de enfrente, había millones de pequeñas cajas fuertes.

De esas pequeñas cajas fuertes estaban sacando joyas y dinero varios niños, todos vestidos de naranja y con orejas de conejos.

-¡Vosotros! ¿¡Qué se supone que hacéis!?​

Todos se dieron la vuelta de un salto, se habían asustado.

-Na..- empezó uno que estaba encapuchado y llevaba las orejas de conejo en la capucha, pero no le dejó terminar otro.

Caffeine Girl no pudo evitar pensar que era muy mono.

-¡¡HEMOS VENIDO AL ROBAR EL BANCO!! ¿!ALGÚN PROBLEMA!? -gritó el que cortó al primero. Llevaba una mascara de esqueleto que le tapaba la cara. Llevaba un gorro de lana en la cabeza con las orejas en ella.

Caffeine Girl tampoco pudo evitar pensar que era muy mono aún a pesar de los gritos que había dado.

-Eso esta muy mal. Tenéis que dejar de hacerlo.
-No queremos. -dijo uno que llevaba el flequillo para arriba, gafas y para sorpresa de Caffeine Girl, era totalmente gris.
-¡Eso! ¡Nos gusta hacerlo! -dijo una chica que tenía el pelo anaranjado y las orejas en una diadema.
-Además, ¿quién eres tú para decirnos que no lo hagamos?-dijo otra chica de pelo rubio con las orejas también en una diadema.

-Pues soy Caffeine Girl. La superheroína de esta ciudad.

Todos se echaron a reír y siguieron cogiendo cosas de las cajas fuertes.

-No quiero tener que haceros daño.

-¿¡QUE NOS VAS A HACER!? ¡¡COMO SI PUDIERAS HACERNOS ALGO!!

Caffeine Girl no lo dudó un momento y con ayuda del gancho atrapó al chico de la máscara de esqueleto y luego lo colgó de una viga del techo.

-¡¡SUELTAME!! ¡¡CUANDO BAJE TE VAS A ENTERAR!!

-¿Quién quiere ser el siguiente? -preguntó hablando en voz alta para hacerse oír sobre los gritos.

Todos se asustaron.

-...¡COMO LES TOQUES UN SOLO PELO!....

Se acercó un poco más a los niños.

-Cuando el jefe venga te vas a enterar. -dijo el encapuchado.

Todos los niños salieron corriendo en todas las direcciones. No tuvo más remedio que correr detrás de ellos. Tenía que atraparlos, pero eran demasiado escurridizos.

Entonces se acordó de una pequeña treta que tenía. Estiró los brazos y un pequeño compartimento de los guantes se abrieron dejando ver un pequeño tubo que lanzó café dejando el suelo resbaladizo. Todos los niños resbalaron a excepción del gris que patinó un poco hasta que se choco contra la pared y entonces cayó.

-¡Ahora os tengo!
-¿Qué les haces a mis chicos? -dijo una voz.

Caffeine Girl miró en todas direcciones y no vio nada, pero entonces se fijo en una de las montañas de lingotes de oro, había alguien oculto en las sombras.

-Déjate ver. -le dijo.

-¡JA,JA! ¡¡LA HAS HECHO BUENA!! ¡AHÍ ESTA EL JEFE! ¡VAS A SABER LO QUE ES BUENO!

El desconocido empezó a bajar con elegancia, pero a mitad de la bajada se resbaló y cayo rondando hasta el suelo. El pequeño que estaba colgado del techo que calló después de soltar un débil "torpe".

Se levantó rascándose la cabeza.

Era rubio y alto. Lleva también unas orejas naranjas, llevaba una camiseta naranja de mangas cortas con unas tiritas cruzadas dibujadas y llevaba un antifaz negro.

Caffeine Girl no pudo evitar reírse.

-No te rías.
-No he podido evitarlo. ¿Cómo alguien tan desastre puede estar robando un banco?

El escuchar desastre pareció animarlo.

-Pienso conseguir todo el dinero del mundo. Y cuando nadie pueda comprar nada porque no tiene dinero, les daré la dirección de mi página web. Por cada vez que visiten mi página y comenten ganaran dinero. ¿¡A qué es un gran plan!?

Se quedo de piedra. El plan era una absurdidad enorme.

-Primero, es absurdo. Segundo, ¿no te das cuenta que llegará el momento que te quedarás sin dinero? Y tercero y más importante, si la gente no tiene dinero no puede pagarse una conexión a internet.

Al enmascarado se quedo sorprendido. No había pensado en todo eso.

-Eso...eso son minucias. -le respondió intentando disimular, pero sin resultados positivos. -Mi plan es genial, un éxito.

Sin mediar más palabras, se lanzó a por ella y le dio un puñetazo que la lanzó contra una montaña de lingotes de oro.

-¡¡JA,JA!! ¡TE LO DIJE! ¡NADIE PUEDE CONTRA MI JEFE! ¡ES EL MEJOR!

La heroína se levanto de un salto y se lanzó a por el enemigo que esquivo su ataque rápidamente y le devolvió el golpe.

La batalla duró así unos minutos hasta que empezó a sonar un pitido. La heroína se sorprendió y miró el guante. Una barra indicadora estaba casi completamente vacía y parpadeaba a la vez que emitía el pitido.

-¡Oh,no! ¡Ahora no!

Antes de que pudiera hacer nada, su traje de superheroína desapareció dejando expuesta. Su contrincante que estaba a punto de propinarle un puñetazo se quedó paralizado.

-¿¡JEFE!? ¿¡QUÉ LE PASA!?

De repente cayó de espalda. Cuando ella se acercó vio que estaba colorado y con una pequeña sonrisa bobalicona.

-¿E-e-estas bien? -le preguntó preocupada.

Antes de poder reaccionar, entre todos los niños lo cogieron y se lo llevaron.

El pequeño con máscara de esqueleto, al que habían soltado y se había dado un golpe en la cabeza, iba tocándose le chichón mientras le decía algo.

-PUEDE QUE ESTA VEZ HAYAS GANADO, PERO NO HABRÁ PRÓXIMA VEZ.

Se quedo alucinada. No sabía que había pasado realmente, ni como lo había hecho, pero había conseguido detener el atraco al banco.

Caffeine Girl había vuelto a salvar la ciudad una vez más.

1 comentario:

  1. Dedicado a Didu, la principal protagonista. Y a todos los que salís, que imagino que sabréis quienes son xD

    La idea vino de hacer una superheroina del café. Me quedé un poco bloqueado, pero el otro día con la aparición de los conejos pude idear a que se tendría que enfrentar. También he de decir que el final no me lo esperaba ni yo. Se me ocurrió totalmente sobre la marcha. Espero que a los afectados no os moleste xD

    (Lo peor es que veo que vais a querer continuación... xD)

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