viernes, 17 de febrero de 2012

Touché

Erase una tarde fría de verano, cuando el sol estaba cayendo, cuando sentí que alguien llamaba a mi puerta. Abri, y pude ver a un chico llorando. Tenía una flecha en la rodilla, me miraba con una mirada que no auguraba nada bueno, cosa extraña si pensamos que estaba agonizando por desangramiento. El caso es que no pude evitar preguntarle



-¿Ey, como se te ha clavado eso chaval?¿Estás bien?
-No sé exactamente cómo ha ocurrido, pero me desperté en medio del bosque así, me asusté, y salí corriendo.

Miré hacia los lados, a ver si había alguien escondido para saltar y darme una sorpresa o algo, pero parecía que esto era serio, incluso se veía el rastro de sangre por donde había venido el niño. Lo cogí en brazo y lo metí en casa. Lo llevé hasta el salón donde lo tumbé en el sofa. Corrí en buscas de vendas. Pero cuando subía las escaleras me tropecé. Caí estrepitosamente.

Estaba lamentándome del daño que me había hecho en mi rodilla al caerme cuando vi que el mismo niño estaba de pie, delante mí, mirándome con ojos fríos de asesino. Ya no tenía las flechas en las rodillas. Las flechas se las había quitado el mismo y las habia cogido con la mano.

Se acercaba lentamente, sin prisas, carcajada tras carcajada. Yo intentaba alejarme como podía, pero el dolor parecía extenderse por todo el cuerpo. Mis movimientos eran muy lentos comparados con los suyos. No podía apartar la vista de la flecha que llevaba en la mano. La sangre le  había teñido la mano y goteaba. El goteo de la sangre retumbaba en mi cabeza.

-Es imposible que puedas escapar -dijo con una voz que parecía mezclar su risa, su voz de niño, el goteo y una voz que parecía venir desde el lugar más profundo del oscuro vacío. -Ahora serás de los "Tocados". y nada podrás hacer para remediarlo mortal

Intenté defenderme como pude, por lo que, cuando enfrente mía, en el suelo, vi el palo de una escoba y fui a cogerlo, él me atacó con las flechas. Lo último que recuerdo es cómo tras clavar mis rodillas al suelo con flechas se acercaba a mí con esa repugnante sonrisa y para rematar entre carcajadas, lanzó su última flecha a mi garganta.

Me desperté bruscamente. Estaba tumbado en una camilla, encadenado de manos y pies. Grité. La oscuridad no me dejaba ver, pero al poco vi unos ojos brillantes mirarme desde un lado de lo que supuse que sería una habitación. Se encendieron unas antorchas en torno a mí y los ojos se acercaron. Era una mujer. Muy guapa lo reconozco, aunque el dolor no me permitió precisamente disfrutarlo. Había una cosa extraña en ella: tenía cuatro brazos acabados en horripilantes garras.

Cuando se acercó a mí, alargó los brazos, me cogió bruscamente y del tal estirón que me dio, me separó de la camilla en la que estaba. Incluso las cadenas que me sujetaban se rompieron, pero algunos de mis huesos también.
La chica se acercaba, pero tenía la cara pálida y me miraba fijamente. Probé a decirle algo "¡Oye nena! ¿Qué hora es?" Aunque fue una gran estupidez, me rajó las extremidades, dejándome, definitivamente, sin poder moverme.

Sentía arder las heridas. Me dolía la cabeza. Quería que acabase conmigo y dejar así de sufrir. Me cogió del cuello, me susurró al oido con una voz que recordaba a la tela de araña:

- Muy bien, humano, siéntete afortunado porque has sido seleccionado para pasar el ritual de la Diosa Araña. O serás depredador, o serás comida. Eso lo decidirá la reina, pero antes yo debo "prepararte".

 Me devolvió a la camilla con suavidad. Y entonces me colocó una mano en la cara. Sentí entonces el tacto de cientos de patitas. Entonces pensé que si no quería morir, lo único que tenía que hacer era hacer lo que me dijera y prepararme bien para la "prueba" que tenía que pasar.

El dolor se había ido desde que había empezado con su operación, de vez en cuando sentía algún calambrazo, pero me sentía relajado, a pesar de lo que me había ocurrido, parecía que esta mujer-araña fuese a salvarme la vida, pero estaba equivocado. Dejé de sentir el tacto de la mujer y de repente sentí un fuerte dolor en las extremidades otra vez.

Otra vez dormido. Y otra vez desperté. Y otra vez atado. En una tela de araña, una tan grande que habría cabido cinco veces mi salón. Miles de seres como la mujer de antes me observaban desde lejos, entre las gigantescas ramas que sujetaban la inmesa red frente a un hueco de lo que era una especie de árbol gigante. Ahogé un grito imaginándome lo peor.

No pasa nada, muchacho. -dijo la Diosa Araña. -Lo único que queremos es que te conviertas en uno de los nuestros.

Sus palabras me daban escalofríos.

Por la tela de araña subían y bajaban arañas de todo tipo, pero llegé a fijarme que cada una tenía su propia cara, me fijé especialmente en una araña pequeña que estaba dando vueltas sobre sí misma, le pregunté a la Diosa Araña.

-¿Qué hace? ¿Quién es?

Y me respondió haciendo su primera sonrisa

-Eres tú.

Seguido de un grito de dolor.

Estaba sentado en un trono. Bajo mis pies no había nada.

-Puede ser lo que quieras. -me susurró una voz a mi espalda. Me giré y vi a la Diosa Araña. -Solo tienes que hacer una cosa.

Mientras hablaba acercaba sus cara a la mía. Me fijé más en ella. Era realmente bella. Su pálido rostro contrastaba con sus negros labios y su largo pelo negro.

-¿Qué tengo que hacer? -pregunté  hipnotizado por su belleza.
-Ámame. -respondió.

Me quedé descolocado, mirándola y la vez sin mirarla. Tantas cosas a la vez, tanto dolor y ahora esto. ¿Que hacer?

 Mis brazos y piernas, habían vuelto, pero estaban cubiertos de una piel negra como la noche. me sentía poderoso, me sentía capaz de todo. Y, cuando iba a decir "Sí" con satisfacción alguien o algo gritó "¡NO!". Me giré y vi una silueta pequeña, no recordaba quién era, pero era un niño, un niño con una mirada un poco aturdida.

Me iba a acercar al niño cuando de repente el suelo se volvió rojo. Conforme caminaba más y más, el rojo se extendía y se hacía más fuerte, al retroceder el rojo se iba, y la oscuridad volvía. Llegué a la conclusión de que estaba entre dos polos, y que tenía que decidirme por uno.

Volví a mirar hacia donde estaba la Diosa Araña pero no la encontré, en cambio ví a la araña pequeña dando vueltas sobre sí misma. Volví a girarme y ví al niño justo delante mía, tocando nariz con nariz, mientras susurraba "Ocho patas como punzas, ocho historias como trifurcas".

El suelo se abrió a mis pies y caí en el infinito rojo. Mientras caía, el niño caia a la vez junto a mi, pero el parecía estar de pie, como bajando en un ascensor. No dejaba de mirarme. Entonces me di cuenta de quien era ese niño ¡Era yo! ¡De pequeño! En ese momento desperté. Frente a mi había una araña tan grande que le cabrían 10 como yo en la boca. Poco a poco sentí que algo me agarraba y entonces empecé a... ¿Volar? Efectivamente. Una chica rubia montada en una polilla tan grande como una vaca acababa de meterse en la "cena" del monstruoso arácnido. Había atravesado la telaraña gigante volando raso y me había cogido por la propia tela que ya me tenía envuelto, seguramente creada por la Diosa Araña mientras dormía. Me quedé anonadado. Y me dejé llevar.
No sabía muy bien a dónde me dirigía, pero me dejé llevar por esa mujer, me parecía alguien de fiar, es más, pensaba que era mi "salvadora", gracias a ella había conseguido escapar de las arañas.

Desde el vuelo podía empezar a distinguir un nuevo color que hacía tiempo que no veía, el amarillo, no sé que indicaba pero a lo lejos se iba convirtiendo el nido de arañas en un simple punto negro.

Pregunté a la polilla por su nombre,"No doy nombres a mi comida" me respondió, un calambre recorrió todo mi cuerpo, y pregunté "¿yo? ¿yo soy comida?" , la polilla riéndose decía "Jajaja, he pillado a un novato, vaya mala pata, los novatos suelen ser los menos jugosos". No sabía a qué se refería, pero al pasar por un lago enorme ví mi reflejo en el agua y pude apreciar claramente 6 patas de araña que ahora eran mis patas y brazos. Atemorizado, grité. Hasta que el color se hizo verde.

Forcejée con todas mis fuerzas tratando de librarme de las fuertes mandibulas de la polilla.Pero no podía. "No te canses.No conseguiras nada" me llegó la voz de la chica rubia. La polilla me mordió. El mordisco, lejos de doler, fue suave y agradable. Excepto por el hecho de que era un mordisco de polilla, claro.

Aterrizamos, me soltó y la chica se bajó. Sus orejas eran largas y puntiagudas y sus ojos verdes como el bosque que nos rodeaba, formado por árboles inmensos, tan grandes como mi casa. Estábamos encima de uno de ellos.

-Has tenido suerte, si no te cojemos antes habrías sido comida de araña. Ah, y no te preocupes por tus piernas normales, las recuperarás. por ahora entra allí -me señaló una puerta de piedra en la pared del árbol- tras nosotros. Ya nos veremos.

No me gustaba mucho estar solo por estos sitios, pero entré, era una especie de cueva que no se veía a simple vista, investigué y no encontré mucho, pero hubo algo que me llamó la atención, vi una luz al fondo. Ignoré el típico dicho de "NO SIGAS A LA LUZ" y fui corriendo, justo cuando parecía haber encontrado el foco de donde salía la luz, una roca cayó del techo, faltó poco para que me hubiese aplastado. La roca tenía forma de cubo de rubik. Las caras estaban desordenadas. Fui a tocarlo cuando de repente todas las caras empezaron  girar sin parar hasta que en la cara que yo veía se formaba una cara completa. Y tras unos segundos empeza a girar y empezaba a buscar otro color.

-¡Agh! ¡Colores, colores...! ¡Me tenéis harto! ¡Si es un sueño quiero despertar ya! ¡Incluso para ir a clase, maldita sea!

Gesticulaba con mis nuevos brazos de araña mientras gritaba. Entonces una voz de viejo me dijo "Shhh, no formes tanto escándalo, mediobicho!". Me giré esperando otra "sorpresita" más y, bueno, esto ya era demasiado. No conocía esa voz, así que me di la vuelta y lo vi, quieto, con un bastón en la mano y con una gran barba, entonces, le pregunté: ¿por qué me has dado ese susto? ¿quién eres tú?

"¿Yo? Lo más importante es quién eres tú" En ese momento, y mirando a mis patas de araña empecé a reflexionar, mientras pensaba iba sacando cosas importantes, pero nada que me relacionase con este mundo. Entonces, el viejo empezó a dar vueltas sobre sí mismo y a decir "Squadala shirahiroru dodong" una y otra vez.

El cubo de rubik empezó a brillar. Cuando dejo de brillar todas las caras estaban en blanco. "Acercate al cubo y descubre tu verdad" me dijo el anciano. Hice lo que me dijo. Estiré la pata y para mi sorpresa volvía a tener manos. Toqué el cubo central de la cara y todos los cubos se apartaron dejandome paso a una escalera esculpida en la piedra que bajaba hacía algun sitio.

Bajé, cuidadoso, y deseando que esa fuera la salida de aquella locura en la que me había quedado atrapado. Y entonces como si la escalera nunca hubiera existido se esfumó. Y volvía caer. Y de nuevo volví a ver al niño. Me dijo "No será tu razón la que te saque de aquí sino tu niñez. ¡Acércate, yo te salvaré!"

-¿Qué ha pasado? Espera un momento, ¿qué quieres decir con mi niñez? no sé a qué te refieres con eso. -dijo un poco confuso.

"Soy yo el que habla, tu te callas" Y me dió con una flecha en la rodilla.

Caí quejandome de dolor sobre un líquido morado. Me hundía por el liquido morado mientras todos mis recuerdos se iban desvaneciendo. Cuando olvidé todo. Salí del líquido morado y caí de nuevo. Hasta caer en medio de bosque. Me pusé en pie. No muy lejos se veía una casa. Corrí. Y entonces temí ¿No era este el inicio de la historia? Me miré: ni flechas en la rodilla, ni nada de nada, normal del todo. Miré hacia adelante y me encontré la puerta ya de frente. Quise llamar pero se me adelantaron.

Él que apareció en el umbral era mi yo niño. Y llevaba flechas en la rodillas.   no eran flechas de metal, sino de "ventosa", como desatascadores. Me quedé mirándole como quien mira un dibujito animado. Y me reí a carcajadas. Entonces me quede pensativo y dije para mí: ¿lo que había visto era mi propia historia? ¿se irá a repetir, o solo habrá sido imaginación mía y nada será igual?

Y mientras reía y reía, el niño se asustaba, quería salir corriendo pero yo no le dejé, cogí las flechas de ventosa del niño y se las clavé con fuerza en las rodillas. Seguía riendo. No podía creer lo que estaba haciendo, pero me reía.

El niño murió y con él, yo también.

Flotaba. Todo a mi alrededor era verde. "Has sido poco precavido. Has provocado tu propia muerte". Oí decir a una voz que venía de todas partes y ninguna. "¿Y que puedo hacer?" le pregunté. La voz se rió suavemente. Ahora parecía de mujer. "Llevamos intentando hundirte un rato y al final has caído en lo más evidente". "¿Hundirme?" le pregunté. La voz que me contestó era carrasposa y de hombre "¿Nunca has jugado a los barquitos, chaval? Te hemos tocado y hundido" Se rió.

Lo verde se quitó y me ví en un tablero. 6 figuras gigantescas me miraban divertidas. "Nos vas a obligar a devolverte"  dijo una con un sólo ojo, "pensamos que ibas a durarnos más, rapaz". Yo ya no sabía dónde meterme.

No sabía muy bien qué hacer, pero lo único que se me ocurrió fue hacer lo contrario a lo que se me pedía, estaba harto, así que romperé con los hilos de la telaraña que me mueve y acabaré con este marrón castaño. Entonces me subí a la figura con forma de caballo y me lancé contra todas las figuras acabando con ellas una a una. Regocijandome cada vez que acaba con una.

Las 6 "personalidades" que me miraban desde arriba contemplaron durante un rato el espectáculo que andaba montando en su particuar ajedrez hasta que una me agarró como un trapo y, simplemente, me tiró.

Me desperté, en mi cama, por fin. Aún tenía una flecha en la rodilla sólo que estaba dibujada con rotulador indeleble Tonterías de anoche "vaya fiestaca", pensé. Ante lo cual me lanzé a por mi nuevo día, un poco más niño, y un poco más divertido, supongo. Aunque no sé que era esa cosa amarilla que había en las sabanas de mi cama. Ante lo cual me lancé a por Luzcorate.

Esto es algo que escribimos PabloRaak, Gifte,  Camaleón y yo una tarde.
Cada uno iba escribiendo una frase y así hasta terminar. Salió esto .

2 comentarios:

  1. QUÉ PEDAZO DE CACHO DE LOL DE TEXTO.

    OYOYOYOYOYOYOY.

    Quiero más... owo

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    1. Ahora mismo esta difícil, nos tienes que pillar una noche así rara xDD

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