miércoles, 29 de febrero de 2012

La invasión de los yogures

Ea, otro cuento chorra de hace un año como redacción xD

Un día, en una isla del mar, una iguana se estaba comiendo un yogur, y de repente un avión tiró una bomba atómica, por que el piloto estaba borracho.
Al caer la bomba, todos los animales de la isla murieron. Sí, la iguana también, pero gracias a la radiación de la explosión, el yogur cobró vida propia. Lo que se propuso hacer era liberar a sus compañeros yogures, y empezó cuanto antes a construir una balsa para salir de la isla.
Cuando terminó la balsa, se metió al mar, pero al balsa se hundió y el yogur se murió. No, no murió, por que si no esta historia se terminaría demasiado pronto. El yogur podía respirar bajo el agua, por que era un yogur, y los yogures pueden hacer cualquier cosa.
Andando bajo el agua, empezó a buscar la tierra. Su viaje no fue nada fuera de lo normal: tomando té con tiburones, durmiendo en un hotel, usando sus rayos láser para destruir pistachos... Vamos, un viaje de lo más normal.

Al final, tras 3 días andando, llegó a tierra firme. Allí se dirigió hacia la carretera más cercana, y cuando pasó un camión de Eroski, saltó adentro.
Allí había muchos yogures, que se venderían en el Eroski. El yogur, gracias a su radiactividad, les dio vida a todos aquellos yogures, y decidieron tomar el camión.

Todos los yogures se metieron a la cabina del conductor y lo mataron. ¿Cómo? Los yogures Activia que había allí le hicieron comerse su yogur y por toda esa fibra el conductor cagó hasta la muerte. El camión finalmente era suyo. El conductor tenía marcado un Eroski como punto de llegada en el GPS, así que se dirigieron allí.

Al llegar allí, los yogures Activia hicieron lo mismo que con el conductor con todos los trabajadores y clientes. Allí liberaron a más yogures e hicieron lo mismo en todas las tiendas del mundo.

Finalmente, los yogures dominaron el mundo, pero todos murieron al siguiente día a causa de su peor enemigo: LA FECHA DE CADUCIDAD

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