La torre del mundo

En medio del mar, visible desde cualquier parte del mundo, se encuentra la torre Vizazi. Creada por todas las razas del mundo en armonía para honrar  y recordar que siempre habrá paz entre ellas.
La torre llevó años y muchas generaciones intervinieron y ayudaron a crear una torre que se alzaba sobre las nubes, atravesándolas.


En el exterior, grabados y relieves, estatuas de las diferentes razas protegían y salvaguardaban la torre a lo largo de sus paredes. La puerta de entrada, una obra de artesanía hecha en acero, poseía un cierre que usaba las joyas de cada raza. Y en la cima, se plantó una semilla del árbol más raro y valioso que existía: El Árbol de la Vida. Este árbol vivía miles de años, su tronco de tono verdoso y sus hojas verde azuladas translucidas eran sus características, así como sus frutos llamados las manzanas de Gea, que dicen tener extraordinarias capacidades curativas.

La torre es una joya de la arquitectura, o mejor, era. El tiempo no pasa en balde. El nivel de mar subió y parte de la torre quedó anegada y de difícil acceso. Ese fue el comienzo del declive y el olvido. Nadie más volvió a visitarla, por lo que su historia se fue perdiendo y las nuevas generaciones no saben de sus motivo, solo saben que es una reliquia del pasado.

Ahora la torre es un recuerdo de lo que fue: los lustrosos pisos no inundados están destrozados y han perdido todo su brillo, los grabados están casi borrados, las raíces de El Árbol de la Vida se han apoderado de cada rincón y las partes inundadas ahora son el hogar de numerosos seres marinos.

Todo el mundo había olvidado el tesoro que en su cima aguardaba, algo más valioso que le oro, el fruto de la vida, la manzana de Gea. Método curativo natural. Aunque en algunos sitios, aún se transmite la historia de la torre tratando de que nunca se olvide.