La leyenda de la ciudad flotante

Cuentan las leyendas y en los viejos libros esta escrito que existe una ciudad que no esta asentando en continente alguno. Afirman que la ciudad flota sobe los cielos. Muchos dicen haberla avistado, pero al llegar el momento de demostrarlo esta ya no estaba allí. Así que muchos  creen que solo son delirios.

Cada avistamiento era en lugares distintos, pero todos coincidían en lo mismo: los edificios blancos de la ciudad contrastaban con las enormes alas negras gracias a las que volaba.



Los rumores y cuentos llegan hasta aquí, pues nadie se atreve a aventurarse más. Pero si lo hicieran descubrirían la verdad: la ciudad esta asentada sobre una gran ave negra. Todas las construcciones están en su lomo y ni los propios habitantes saben como la propia ciudad esta donde esta.

Los habitantes tienen una relación especial a la par que extraña con el animal pues, según dicen los sabios del lugar,  llegado el día en el que el ave muera ellos también lo harían con ella. Por ello cuidaban con mimo a la criatura.

Estos sabios son la mayor autoridad (a excepción del rey) y tienen su propio edificio que ellos llaman "El templo del saber" situado muy cerca de la cabeza del ave. Un lugar de culto y sagrado donde esta guardado toda la historia de la civilización, pero no es lo único que esas cuatros paredes ocultaban.

Esta ciudad es un reino y la persona que gobierna es la que se considera que es la reencarnación del ave en persona para guiar a los que habitan en su lomo. Si abandonase el ave moriría,a  diferencia de las otras personas que pueden abandonarla sin problemas cuando el ave descansa en tierra, una vez cada 3 años.

La corona y el templo están conectado por dos motivos, cuando realmente solo debería ser uno: la primera es la ayuda que los sabios aportan al rey para que gobierne de forma correcta y lleve a la ciudad al esplendor. Y la segunda es la mentira. Ambos puestos saben que el monarca actual no es el verdadero.
Los sabios ocultan tamaña verdad para sacar provecho y conseguir sus propios intereses a costa de los ciudadanos que poco a poco ven empeorada sus vidas. Para los sabios, el rey no era más que una marioneta, que llegado el momento podría ser prescindible.

Llegados a este punto todos se preguntan ¿Y la verdadera reencarnación del ave?¿O también es una invención de los sabios? La respuesta es no. La reencarnación es un niño de no más de diez años. Sus negros ojos y pelo recuerdan al plumaje del ave.
Vaga sin rumbo a través de las calles durante la noche y desaparece al alba para pasar el tiempo en la cabeza del ave admirando las vistas.
Pocos lo han vistos, pero afirman su calmada actitud y se sienten fascinados por lo que el joven llega a recordar al ave.