martes, 1 de noviembre de 2011

Lost & Found

Estaba perdido y asustado.Todo era oscuridad no podia distinguir nada. No sabía si avanzaba o retrocedía.
Cansado de no acabar en ningún lado me senté, apoyé mi cabeza en las rodillas y cerré los ojos. No había diferencia con tenerlos abiertos la misma oscuridad.

-¿Estás ahí?

Una voz. Se escuchaba desde lejos. Me era familiar, pero no sabía de que.



-Si.Pero todo es oscuridad,no se donde estoy realmente.
-No pasa nada.Levantate y sigue andando hacía donde creas que debas ir.

No se porque le hice caso,pero la voz me hipnotizaba y no podía decirle que no.

Seguí avanzando y lo que antes era oscuridad muy poco a poco se empezo a iluminarse y una puerta apareció ante mi.

-Abrela.No tengas miedo. Las respuestas estarán detrás

La voz sonaba más cerca, más clara y nítida.

Estiré el brazo y agarré el pomo de la puerta. Dudé unos instantes, pero finalmente giré el pomo y empujé la puerta, que se abrió sin problemas.

Una gran luz salió de la puerta y lo ilumino todo.

-Entra.No tengas miedo.

Entré con los ojos cerrados y cuando volví a abrirlos estaba en una habitacion llena de juguetes y todas las paredes estaba llenas de papeles con dibujos que parecían hechos por un niño pequeño.

Me fijé mejor, entre todos los juguetes,peluches y demás había un niño pequeño de no mas de 6 años que había parado de jugar con lo que tenía alrededor y me estaba mirando fijamente. Me sonaba.

-Por fin estas aquí.-me dijo sonriendo.
-¿Quiéne eres?
-No me extraña que lo preguntes, has olvidado todo lo relacionado conmigo, y por lo tanto contigo.

No entendía nada de lo que me estaba diciendo.

Se levantó y se acercó a mi y una vez enfrente mía puso su mano sobre mi pecho. en ese mismo momento por mi mente pasaron imagenes de mi infancia, todos los momentos que viví cuando era pequeño, más o menos hasta los 12 años.

En ese momento lo comprendí, era yo hace ya muchos años, un yo del que renegué hace tiempo cuando decidí crecer y madurar y dejar de ser un niño.

Lo abrecé mientras lágrimas recorrían mi cara.

-Lo siento.
-No pasa nada, ya estás aquí, y eso es lo que importa.
-¿Qué es lo que tengo que hacer?
-Aceptarme, no negarme y disfrutar con lo que haces. No hacer más las cosas por que sí. Disfruta cada moemnto

Lo solté. y nos miramos. Me sonrió y yo le sonreí. Me pasó la mano por la cabeza y me acarició.
Me extendió la mano y yo se la cogí. En el mismo instante que lo hice desapareció y sentí una gran calidez en el pecho.

Me desperté y vi que estaba tumbado en la cama. Era de noche, todo había sido un sueño...no, había sido algo más que eso.

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