jueves, 28 de febrero de 2013

Lullaby #Dia2 Tres para ganar (Por la mañana)

Me desperté en un sitio que no reconocí, pero olía a humedad y a ese inconfundible aroma a subsuelo. Me dolía todo el cuerpo y tenia una herida mal curada en la cabeza. Para acabarlo de arreglar tenía hambre y frio. Pero aquel no fue, ni de lejos, tan mal despertar como la vez que me desperté en casa de ese pirado de Styx... Pero no adelantemos acontecimientos, aun queda mucho que llover para eso.


El caso es que me levante, aturdido, y pude escuchar un par de voces discutiendo, Eran un hombre y una mujer, él parecía calmado, pero ella gritaba y le recriminaba algo. Poco a poco se me acostumbraron los ojos a la tenue luz y reconocí las paredes, llenas de graffitis. Era uno de los viejos túneles del metro. Hacia unos cuantos años los habían cerrado por una "fuga de gas". Pero aquello no parecía un túnel abandonado, sino la "guarida secreta" de unos niños con buena mano y algunos recursos. Había un par de literas y un televisor antiguo, de aquellos grandotes de tubo de luz. Parecía sacado de un desguace y arreglado con mucha cinta americana. Tenia algunos cables por fuera y piezas que dudo que fueran de ese modelo de televisión... de hecho, dudo que fueran piezas de un televisor. Tenía conectado unas cuantas consolas antiguas y en la pantalla se veía una partida de Megaman X a medias. Los mandos estaban arreglados con más cinta adhesiva y el sofá que había en frente parecía sacado de la basura y apañado para que aguantase un poco más. Había estantes llenos de cómic y videojuegos y una pequeña nevera llena de comida hipercalorica. Vamos, que era el sueño de cualquier adolescente.

-Vaya, me alegra que te hayas despertado, ese silencioso te había zumbado fuerte.- Era la voz de hombre que había oído antes.- Me alegro de haberos encontrado antes que Reaper y sus matones... 

Era un chico alto y delgado, quizás un par de años mayor que yo. Tenia un marcado acento irlandés, pero sus rasgos eran tirando a asiáticos. Vestía una chaqueta de cuero negra y unos vaqueros desgarrados con una hebilla llamativa en forma de águila y una camiseta roja con la silueta de un guerrero japonés con armadura que rezaba O'KAMIRAI. Había visto a varios chicos con esas camisetas por la ciudad, al parecer era una pandilla o algo así y a menudo había problemas entre ellos y otros pandilleros. Pero la mayoría de personas que había visto con estas camisetas no me parecían malos y en muchas ocasiones parecían más boyscouts, ayudaban ancianos, ayudaban en los accidentes de trafico y si se lo pedías te daban alguna chapa o anillo guay.

- Mi nombre es William Scott Cassidy- Me tendió la mano y pude sentir como emanaba confianza al estrechársela- Pero aquí todos me llaman Liam o simplemente Bro.

-Encantado, Liam -Acerté a decir, con una voz que me sonó rara, quizás porque estaba cascada y pegajosa- Yo soy Luca Serra... Y lo siento, pero no tengo ningún apodo guay por el que me llamen mis amigos...-De hecho, ni siquiera tenía amigos-

-¿Ah? -Pareció realmente sorprendido de oírlo- ¡No puede ser, si vas a entrar a la Fiesta de Guerra necesitas un buen nombre de batalla! -Me pasó un guardapolvo marrón raído por los hombros mientras hablaba- Que tal algo como... ¿Sierra? No sé, no soy bueno para estas cosas.

Hablaba como una ametralladora, casi sin respirar, parecía una persona agradable y de sonrisa fácil, pero me había llamado la atención algo que había dicho. Sabía lo de la Fiesta de Guerra. ¿Eso significaba que era como yo? ¿Que había pasado por lo mismo? Quizás él tuviera las respuestas que buscaba. Me encaré a él y me dispuse a hacerle contestar a mis preguntas, pero en ese momento, la voz femenina de antes rasgó el aire.

-¡LIAM, VUELVE AQUÍ, AUN NO HEMOS TERMINADO DE HABLAR!

Cuando me giré vi a una chica, un par de años mayor que yo, morena y no sabría como describirla de forma que le hiciera justicia. A Szeva solo se la puede describir con una palabra: Perfecta. No me malinterpretéis, no digo que no tuviera defectos, pero sus facciones, sus proporciones... parecía una escultura tallada siguiendo estrictamente un canon de belleza prefijado. Tenía la piel de color canela y los ojos negros y penetrantes, la nariz recta... Era demasiado perfecta, su voz sonaba demasiado vacía para alguien furioso... No sonaba a humano.

Algo en mi interior se encendió como un interruptor. Antes de que me diera cuenta tenía un cristal roto en la mano a modo de cuchillo arrojadizo, una mano firme como el acero sujetando la mano que lo sostenía y una espada en mi cuello.

-Joder, Szeva, te dije que no entraras aun... -Liam aparto la espada de mi cuello. Una pequeña hoja de acero curvo, como una katana pero más pequeña- Le han atacado unos silenciosos hace nada y es del tipo Stiger, si no llego a estar aquí te habría matado.

-Ja! -Aquella carcajada impersonal me puso los pelos de punta- Es solo un novato que usa armas improvisadas, no me habría podido hacer...-Algo en sus ojos se encendió, como una alarma- Liam... No es un Stinger

-¿Como que no?-Parecía perplejo- Como podría haber matado a un silencioso si no es...

-¡LIAM, JODER, MIRA SUS OJOS!

Me señalaba como si fuera un apestado y yo, cada vez más perdido, miré a Liam en busca de respuestas, en cuanto me vio, algo raro apareció en su rostro. Podría ser... ¿Miedo? Se alejó de mí y me examinó con cuidado. Le hizo un gesto a Szeva para que se fuera y esta no puso demasiadas objeciones.
Yo estaba en el limite de mi paciencia. No pude más y solté un alarido de ira, frustración y tristeza. Ya no podía más, quería explicaciones, quería saber que hacía allí...

-Luca... ¿Quien te llamó a Oniria?- El tono de Liam era serio y grave.

-No sé de que me hablas

-Luca, no quiero tener que sacártelo a la fuerza... -Me estremecí al ver su mirada acerada e implacable- ¿Quien fue la persona que viste en sueños antes de entrar por primera vez a Oniria?

-El hombre del traje Caqui... -Murmuré- Belphegor, El Sin Sombra -Aquello ultimo me salió solo, como si conociera su nombre completo de toda la vida.

-Así que el viejo Bell -suspiró aliviado.- Perdona, si te he asustado, pero tenía que asegurarme de que no eras uno de los híbridos de Killer Bones, o peor... -Se estremeció- Prefiero no pensarlo.

-Liam... -Lo miré fijamente, casi llorando- ¿Que es toda esta mierda?¿Por que me pasa todo esto a mi?

No podía hablar más, se me estaba atragantando toda la angustia en la garganta y me empezaron a brotar lagrimas de los ojos que me quemaban como si fueran de acido... Y entonces noté algo calido que me envolvía. Liam me abrazaba y me daba palmaditas en la espalda, intentando consolarme. Aquello me reconfortó un poco.

-Tranquilo, todos hemos pasado por esto... sé que es duro, pero, al final, te darás cuenta de que vale la pena... -Me puso la mano en el hombro y sonrió con calidez- Te responderé a todo lo que quieras saber, pero hay dos personas que quieren verte...

Yo me extrañé, pero la promesa de respuestas me hizo recobrar fuerzas, así que seguí a Liam a través de los túneles hasta un ensanche. Al igual que el Túnel-habitación, estaba lleno de muebles viejos reparados de forma rudimentaria, pero esto parecía más una especie de sala común donde unas cuantas personas se dedicaban a distintos quehaceres. Algunos llevaban la misma camiseta roja que Liam, pero no todos, habían algunos con camisetas azul eléctrico y motivos griegos, otros con camisas y chaquetas amarillas con el logotipo de una piramide con el ojo de Ra en ella (la mayoría de los que llevaban estos eran mujeres). Sin embargo, me llamó la atención en especial un chico, rubio y alto que llevaba una camiseta distinta a todos los demás, de color morado, debajo de una estridente camisa hawaiana. Estaba sentado frente a una chica pelirroja... Eran Charlie y Alice.

Alice fue la primera en vernos y salió corriendo hacia donde estábamos. Me sorprendí muchísimo cuando me derribó de un abrazo y más aun cuandonoté que estaba llorando. A penas nos conociamos, no creí que realmente pudiera preocuparse tanto por mi.

-Idiota, estaba muy preocupada por ti... Creí que te habías matado, Dioses, gracias que no te ha pasado nada, Luca... -Sus palabras sonaban dulces y me reconfortaban. Su preocupación y su calor eran como un oasis en aquel caos- Lo siento, despues de que has sido tan amable conmigo y te he metido en todo esto...

-No lo acapares, Alice-Charlie nos levanto a los dos y nos miró sonriendo- Vamos ¡Abrazo de grupo! -Nos abrazó con fuerza a Alice a Liam y a mi, levantandonos del suelo un par de palmos como si nada- Todos contentos.

 Cuando conseguimos que dejara de asfixiarnos, Liam nos hizo sentarnos a todos alrededor de una pequeña mesa redonda. Pareció estar rumiandolo mucho antes de decir nada, pero finalmente se recostó, nos miró a los tres y sonrió.

-Esta generación de Lullaby promete... Bueeeeno... -hizo sonar las vertebras de su cuello- ¿Que quereis saber?

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho. Es tranquilito, pero sabes hacer que se haga super llevadadero y se haga entretenido y enganchar para continuar leyendo. Sigue así :D

    Las menciones de Styx:
    1. "ese pirado de Styx..."
    2. "Reaper y sus matones... "
    3. "os híbridos de Killer Bones, o peor..."

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