martes, 26 de junio de 2012

Forgotten Data 04

 El aire soplaba entre las ruinas.

 Haydn estaba absorto en los graffittis del gran bloque que decían que era la entrada del Bolsillo. Se negaba a creer que Anmhy le había mentido, pero es cierto que estaba muy desconcertado. No parecía una entrada realmente.

 Renfrew rompió el silencio

-¿Se atreverá a entrar, Haydn?
-¿Eh? ¿Qué?
-¿Quieres entrar?
-Si, por supuesto
-¿Entonces a que espera, Haydn?
-¿Qué? Pues a ver como entrar, evidentemente
-¿Hum? ¿Por qué no me lo ha pedido?
-¿Qué? ¿Tú sabes cómo entrar?
-Claro. Soy un producto del Bolsillo, tengo la clave de entrada.
-Ah… ¿¡Y por qué no me lo habías dicho!?
-Mi sistema de cálculo de probabilidades en base a las capacidades confiaba en que usted lo supiera ya
-¿Qué? ¡No, no lo sabía!

 Renfrew se le quedó mirando con su lente azul brillante. Haydn resopló harto del diálogo de besugos que estaban manteniendo por “esa” cuestión.

-Ah, mira, da igual… ¿Puedes abrirme?
-¡Por supuesto!

 La computadora flotante se desplazó graciosamente hasta la pared del “monumento”. Buscó un punto concreto y entonces desplegó una lente oculta de su chasis. Un haz de luz azul estroboscópica iluminó un dibujo durante unos segundos, antes de que la lente volviera a desparecer bajo la carcasa cobriza de Renfrew.

 Hubo un retumbo, un sonido de cuerdas de ascensor, un “clanc” y luego silencio. Entonces el suelo tembló.

-SE RECOMIENDA PERMANECER LEJOS DEL AREA DE APERTURA DE LA COMPUERTA- indicó Renfrew parsimoniosamente.

 La arena se movía bajo los pies de Haydn así que, rápidamente, se apartó para dejar sitio a lo que se movía. Tal y como había dicho Renfrew el suelo se desplazó, abriéndose en dos hacia adentro y revelando una entrada en el espacio bajo la estructura de ladrillo.

 Un “plom” indicó que el proceso de apertura había acabado.

-Compuerta abierta. Puede acceder a El Bolsillo…

 Haydn apretó los puños y avanzó hacia las escaleras. Puso un pie, respiró hondo y comenzó a bajarlas. Renfrew no hizo ningún comentario acerca de todo el ritual que se tomó para una simple entrada. El robotito, simplemente, se limitó a seguir a su amo, antes de que comenzara el proceso de cierre de la compuerta, magníficamente disimulada una vez devuelta a su posición original.

 Cuando esta se cerró la oscuridad inundó la entrada del Bolsillo. Sólo una luz de emergencia, roja, evitó a Haydn tropezar en los escalones de ladrillo y piedra.

-Un poco oscuro… ¿No?
-Espere a que se realicen los escáners…
-¿Escáners? ¡Uay!

 Lo que asustó a Haydn fue el que se encendió de golpe una fantasmal luz verde frente a ellos. Como un ojo, escuadriñó hasta el último punto del cuerpo de Haydn. Cuando le pasó por la cara tuvo que cerrar los suyos para no quedar ciego. Una molesta voz por interfono sonó, confirmando la operación.

-¡ESTÁ LIMPIO!
-¿Qué pasa?
-¿MÁQUINA?
-¿Perdón?
-¿QUÉ MÁQUINA LLEVAS? ¡CONTRERAS!
-Ah, yo… Esto…- miró a Renfrew pidiendo ayuda -¿Qué le digo?

 Este miró a la luz tranquilamente. Parecía que había hecho esto millones de veces.

-Aquí NOIDEA Renfrew 903 presente, funcional y listo para ser actualizado… ¿Se permite la entrada?
-A ver…- un sonido de teclas acompañó a la voz del interfono -¡Si! ¡Va! ¡Renfrew 903! ¡Vale, podéis pasar! ¡PALANTE!

 Un “clac” cerró el interfono y apagó la luz del escáner. Entonces sonaron cuerdas de ascensor.

 Frente a ellos apareció un elevador con forma de cuba de escombros, llena de pintadas. Una luz roja en su parte superior lo iluminaba, revelando un pasajero ya en él, aunque era imposible determinar sus facciones.

-¡Arriba chico!

 Haydn confió en que no pasara nada. Tambaleó levemente al poner el pie en la estructura colgante y luego su acompañante cerró una cadena de seguro. Renfrew se limitó a pegarse a él.

-¿Adónde vas?
-Tengo que ver a los Hermanos Carnage…
-¿Eres Jaiden Oranch?
-¿Yo…?- la forma de pronunciar del tipo lo desconcertó un poco -Si
-¡Ah! ¡Te están esperando! ¡Vamos pabajo!

 Le dio ruidosamente a una palanca y con mucho ruido el ascensor comenzó a bajar por un estrecho túnel cuadrado. Haydn estaba emocionado.

-Ojalá Anmhy estuviera aquí también..
-Lo estoy

 Haydn dio un respingo al escuchar la voz de la chica de Alexandrea tras de sí. Al girarse no estaba, sólo Renfrew.

-¿Qué…?

 Renfrew emitió una risa igual que la de Anmhy. Luego cambió a su voz habitual.

-Puedo reproducir voces escuchadas, administrador. ¿Ha sido gracioso?
-No, para nada
-Oh… En ese caso archivaré esta clase de actividades como “molestas”. ¿Debo borrar el archivo de sonido también?
-¡No espera! El archivo no... Hace falta que lo borres
-De acuerdo…

 El acompañante pasaba del tema. Llevaba un comunicador en la mano.

-¿Eddy? Aquí Feverbach. Colócame en el raíl 666…
-Entendido...- respondió otra voz por el comunicador.

 Llegados a un cierto punto el elevador se paró en seco. Frente a ellos, en la pared, había un gran agujero con un doble raíl suspendido sobre el abismo dentro de él, que avanzaba hacia un punto inconcreto. Haydn se preguntó como de complejo sería la estructura interna del Bolsillo y como habría sido construida.

 Los raíles chirriaron y un mecanismo los desplazó para que se colocaran debajo del elevador. Hubo un sonido de metal encajando. El comunicador chirrió.

-Aquí Eddy… ¿Todo bien?
-¡Si todo listo! ¡Dale palante!

 Haydn tuvo que hacer por agarrarse a algo. El elevador se convirtió repentinamente en una carreta de mina, avanzando sobre los raíles.

 Las interminables barras de metal avanzaban por un túnel circular lleno de grafitis e iluminado únicamente por las ya habituales luces rojas de emergencia. Haydn observaba en silencio hasta que su compañero le habló.

-Ey, que sepas que no todos tienen el placer de conocer a los Carnage en persona la primera vez que vienen al Bolsillo. Siéntete afortunado.
-Emh… Vale...

 Carnage… Con un nombre así ¿Cómo serían? Haydn no podía evitar imaginarse unos soldados enormes y armados hasta los dientes.

 La “carreta” se detuvo en una especie de parada de metro. Claro, que para Haydn y su acompañante los metros eran una cosa tan del pasado que ya ni siquiera sabían cómo eran realmente o si existieron de verdad. En cualquier caso, para nosotros sería una parada de metro. Una bandera roja con una X blanca envuelta en un círculo adornaba la estancia, como si fuese una especie de cuartel general.

-¡Hale! ¡Pabajo!

 Haydn se bajó y la carreta volvió a ponerse en marcha. No le dio tiempo ni a dar las gracias.

 Pasó del tema. Ahora tenía que ver a unas personas. Subió los escalones bajo la bandera y se internó en el Bolsillo, por fin.

-Vaaaya…

 Al final de los escalones le esperaba una gigantesca bóveda metálica subterránea, una especie de búnker, atestado de teles, pantallas, monitores, teclados, cables, cacharros tanto con entradas de disco como de casette, medidores y neveras multicolor. Antes de poder decir siquiera “¿Hola?” le detuvo una voz de niño, pero tremendamente elegante, con mucho acento. Sonaba desde los múltiples amplificadores de la sala.

-¿Su identificación, gentlemen? ¿O debería decir little kid?
-¿Enh? ¿Quién es?
-Jejeje. Para responder a esa pregunta antes deberás responder tu a la que te he hecho yo.
-Eh… Pues…- se puso firme -Soy Haydn Orange, hijo del comandante Peter Orange. He venido aquí a traer… Esto.

 Se agarró sus gafas, mostrándolas para que no hubiera dudas

-Perfect… Le estábamos esperando, Mister Orange…

 Una silla mecánica, sostenida por un brazo gigante chirriante, asomó desde detrás de una montaña de televisores viejos. Sobre ella, como un rey de la tecnología, se sentaba un chico pequeño tocado con unas gafas llenas de cables y lentes extra y unos auriculares gigantescos. Verle hablar con su voz ahora desconcertaba aún más.

-Mis más sinceros saludos. Soy Mister Cybercarnage, uno de los tres hermanos Carnage. Me alegro de ver que trae las Mnemogafas…
-¿Nemogafas?- se quitó sus gafas -¿Te refieres a esto?
-¡Esas gafas son mucho más de lo que crees, Haydn!- le dijo una voz pasota y socarrona desde un punto inconcreto.

 Haydn dirigió la vista a un balcón situado en uno de los puntos del búnker. Desde él saltó una figura con una chaqueta larguísima.

 Al aterrizar se reveló un curioso veintañero tocado con unas gafas de sol y un extravagante peinado. Tenía todos los pelos hacia arriba (absolutamente todos, hasta el último mechón) y luego los había separado de forma que formasen 5 puntas, como si fuese una mano.

-¡Se presenta Carnageddon en persona, líder de los Rebeldes! ¿Sabes? Esperaba algo más del hijo del comandante Pit…

 Haydn se molestó, pero procuró mantenerse diplomático. A fin de cuentas, iba a ser su superior.

-Si sólo necesitáis mis gafas y no a mi puedo marcharme...
-¡Ah! ¡Pero es que te necesitamos a ti!
-¿Qué?
-¡Hum! ¡No todos pueden usar las mnemogafas para lo que tú, Haydn! ¡Tienes una misión muy importante y sólo tú y unos pocos podrán cumplirla!
-¿Qué misión…?
-Cyber… Si puedes coger a Renfrew para eso…
-Of course

 El chico de la silla tecleó en un ordenador que llevaba sobre sus rodillas. Inmediatamente sonó un silbido desde los amplificadores y Renfrew q uedó como paralizado, con la luz de su lente en blanco grisáceo en lugar de azul eléctrico.

-EXTRAYENDO ARCHIVO SECRETO NÚMERO 666…
-Dale a que rule
-¡Marchando!

 Al tocar otra tecla, Renfrew giró sobre sí mismo y proyectó la luz de su lente sobre una pared. Para sorpresa de Haydn, su máquina acababa de ser convertida en un proyector.

 Lo que mostraba la imagen eran sus gafas.

-Eso son…
-Verás, Haydn, las mnemogafas son uno de los pocos artefactos que conservamos de la “Buena Época” ¿Sabes lo que es eso?
-Esto…- se sonrojó -no…
-Bueno, pues clase de historia… Cyber, pasa diapositiva…

 Un clic hizo a Renfrew cambiar la imagen. Mostraba unas ruinas.

-Chico, mucho antes de que tu y yo naciéramos el ser humano llegó a un tope de desarrollo tecnológico conocido como la “Buena Época”. Apenas conservamos restos de la misma, pero los que tenemos nos dicen que fue un tiempo realmente… ¿Cómo describirlo?
-¿Awesome?
-Sí, eso, gracias Cyber. El caso… Es que llegados a ese tope el ser humano comenzó una época de industrialización extrema que se conoce como la “Era de las Máquinas”… ¿Sabes por qué se denomina así?

 Otro clic mostró una imagen de la Gran Vía y las ruinas en torno a la entrada del Bolsillo

-No
-Pues precisamente se llama así porque fue cuando fueron creados los superordenadores que destruyeron esa civilización… ¿Sabes a que me refiero? 
-¿Al… Waffa?
-¡Correcto! Pero el Waffa no era el único superordenador…
-¿Qué? ¿¿Hay más??
-Si… Pero no. Verás, los superordenadores colaboraron entre sí para engañar a la humanidad y hacer que se autodestruyera pero… Después de eso les pudo la codicia y se pelearon entre sí por el control. Es lo que se conoce como la Guerra Pixelizada y tú naciste justo después de eso…

 Otro clic. Esta vez la imagen era una foto del padre de Haydn y otros generales. Pudo reconocer a un joven coronel LeFevbre entre los de la foto.

-Los Rebeldes fueron creados precisamente aprovechando la confusión… El caso es que el Waffa fue, de todos los superordenadores, el que ganó la guerra, pero no pudo destruir a sus contrincantes… Sólo "dormirlos" o estropearlos lo más posible…
-¿Y qué tiene que ver eso con mis gafas?
-¡Ahora viene lo bueno! ¿Sabes quién fue el peor enemigo del Waffa?
-No…
-¡Pues fue otro superordenador! Sup-Dogif, pero aquí le conocemos como “el Gif”
-¿Y qué pasa con él?
-¿No es evidente?- cortó la voz de Cybercarnage -Nuestro objetivo es convencer a Gif de que se ponga de nuestro lado para así vencer al Waffa. Estamos seguros en un 75 percent de que colaborará.
-¿Y cómo vamos a hacer que colabore?
-Verás, unos archivos encontrados en un disquete en lo profundo de estas ruinas revelaron que Sup-Dogif se encuentra desactivado en un punto muy al norte de aquí, e incluso tenemos un mapa de cómo encontrarle, pero hay un problema…
-¿Y es?
-Verás, la localización del Gif está más allá de las Llanuras Salvajes y… No hay mapas de ellas ya… Todos los soldados que hemos enviado han acabado perdiéndose sin remedio…
-¿Y qué tiene que ver eso con mis gafas?
-¡Ahí entra el poder de la tecnología de la "Buena Época", amigo! ¡Esas gafas, colega, tienen el poder de visualizar el pasado y la memoria oculta!
-¿Qué? ¿En serio?
-Tendremos que hacerles unos ajustes, pero los estudios de tu padre revelan que sí, que pueden hacer eso. Nuestro objetivo es que cruces las Llanuras Salvajes usándolas a modo de mapa, extrayendo la dirección en base a los raíles y carreteras que se conservan a trozos por la misma.

 Haydn estaba un poco descolocado.

-¿Atontado por la grandeza de tu misión?- sonrió Carnageddon -No te preocupes. Por ahora descansa, haremos unas pruebas y te pondrás en marcha cuanto antes ¿Vale?

-Vale…

 Haydn estaba a la par asustado, a la par sorprendido, a la par perdido pero también listo, preparado y deseoso de comenzar su auténtico viaje. Su auténtica misión.

 Se quitó los miedos de la cabeza y miró lleno de orgullo a su “jefe”.

-¡Mañana mismo me tendrá en marcha!

 Comenzaba su auténtica aventura.

3 comentarios:

  1. No comments available in my mind. Reality over expectations.

    Quiero más!

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  2. Buf, se avecinan problemas, por lo que veo xD Pero bueno, apuesto a que Anmhy se unirá en la misión.

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  3. Ves? No soy la única que echa de menos a Anmhy. Si hasta Haydn la echa de menos. Anmhy mola. Queremos a Anmhy~! *grito fangirl*

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