viernes, 25 de mayo de 2012

El Caminante

En un gran páramo, desprovisto de toda forma de vida excepto las suyas, vagan incesantemente varios seres de proporciones colosales, cada uno llevando a su cuesta un enorme saco negro como la oscuridad de la noche.

Son llamados Caminantes, por razones obvias. Cada uno de los sacos que transportan a cuestas, negros como el azabache, son comúnmente llamados “Universo”. Estos Universos albergan dentro de sí a varias pequeñas pelotas de varias formas y tamaños: Unas son grandes, otras pequeñas, algunas están hechas de fuego, otras de hielo, piedra, gas... Aquellas pelotas en las que una forma de vida puede prosperar están plagadas de seres diminutos, infinitamente menores que los Caminantes.

Es la labor de los Caminantes el transportar estos sacos, aunque ni ellos mismos sepan hacia dónde. Sólo caminan y caminan, sin encontrar destino alguno. Esa fué, es, y será su misión hasta el fin de los tiempos.

Sin embargo, hace ya tiempo que ocurrió, hubo uno de estos Caminantes que, simplemente, harto de la codicia, rencor, odio, ira y sociedad de los seres de su Universo, tiró el saco al suelo, abandonando así a su suerte a todos ellos.

Y a partir de ahí, la mayoría de los despreciables seres que poblaban esas pelotas fueron desapareciendo junto a ellos. Pero aún así, hasta este día, todavía queda uno en la que los seres todavía vivan.

Esta pelota es actualmente conocida como “La Tierra”.

1 comentario:

  1. Hacía tiempo que no te metías con la Humanidad xD Gran historia, para variar.

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