miércoles, 8 de febrero de 2012

Hooded Heroes #4

Tesla despertó. Esta vez estaba en una cama, en alguna habitación. Frente a él, mirándole sonriente, estaba él mismo…

-Tu… Osea yo…

 Creyó volverse loco y se asustó. El otro el sonrió divertido al ver la reacción de su original. Le habló con su voz.

-No te preocupes, soy uno de los Encapuchados, no te voy a hacer daño. Y tampoco te has vuelto loco.
-¿Quién eres? O mejor… ¿Qué eres?
-Me llamo Camaleón. No puedo hablar con mi forma real así que copio otras para hacerlo.
-Oh vaya, …Mola- Miró a su alrededor para intentar esquivar la mirada de sí mismo -¿Dónde estoy?
-¿Puedo yo hacerte una pregunta antes?
-Si…
-¿Qué es esto?

 Se hurgó en el cuello de la chaqueta y extrajo un colgante amarillo con forma de rayo. Tesla miró para ver si el también lo tenía. Efectivamente. La transformación de la chica era muy buena.

-Es… mi símbolo. Y mi amuleto. En realidad es de mi padre, pero me lo dio cuando era pequeño.
-Tu padre…

 Golpes en la puerta. El chico con ojos de gato entró.

-¡Toc-toc! ¡Camaleón, se supone que debías llevarlo a la sala de reuniones en cuanto estuviera listo! ¿Qué haces jugando con él?

 El "otro Tesla" se sonrojó y se colocó una capucha negra. Entonces fue sustituido por una chica completamente tapada por su túnica, ni siquiera el rostro se le veía. Le miró y se fue sin hablar. El chico-felino miró también a Tesla y le hizo señas de seguirle.

 Por lo que pudo intuir estaban dentro de algún castillo o algún subterráneo muy antiguo. Antorchas eléctricas iluminaban los pasillos de piedra tenuemente. Al caminar por ellos se percató de que era un sitio con muchos caminos y escaleras, por lo que procuró no apartarse de su acompañante. Al girar una esquina llegaron a una gran puerta que les daba paso a una sala más grande. Una mesa de comedor alargada con varias sillas de aspecto rico eran el único mobiliario junto con la alfombra granate del suelo y la lámpara de araña del techo. Allí les esperaban los otros dos encapuchados, sólo que sin capucha. Le dieron asiento.

 Tesla se dedicó a conocer a sus nuevos compañeros. Melt, la chica de agua, era la líder de esa “facción”. Según ella había más, pero estaban separadas en ese momento. De todas formas dijo que “con cuatro basta”.

 Felino era el chico de ojos de gato. Tesla se sentía bien con él porque siempre era muy comprensivo con todo lo que decía. No se percató de que lo hacía porque era el segundo miembro con menos tiempo en el equipo, justo detrás de él.

 Camaleón no opinaba nada durante la charla. Resultaba un poco triste verla siempre callada y cabizbaja, pero supuso que era porque no podía hablar. Cuando necesitaba hacerlo solía copiar a la persona a la que quería decírselo.

 Por último Splitter, el de las gafas, era bastante molesto. Tenía los cabellos grises, como un anciano, pero era joven, aunque su delgadez y palidez habría podido hacer pensar lo contrario. Cuando le preguntó acerca de en qué consistía su poder le dijo: “muy complicado, no lo entenderías”. Resultaba pedante en todo lo que hacía, pero se veía que sabía lo que hacía.

-Bueno, y ahora explicadme mejor eso de Spencer ¿Por qué hay que buscarle?
-Mira, no sabemos que estuvo haciendo tu hermano ¿Vale?- Melt hacía lo que podía por demostrar que era la líder del grupo. -...Pero llegado un momento parece que estableció contacto con una cosa que llevamos buscando mucho tiempo. Ahora esa cosa le ha concedido poderes pero a cambio le ha ofrecido hacer el mal. Debemos encontrarle antes de que le mundo corra peligro.
-¿Y que es esa cosa?
-Materia Oscura. El Caos hecho sustancia- contestó Splitter sombrío.
-¡Splitter! ¡Quedamos en que se lo contaríamos despacito!

****

 La Corbata Gris miraba una pantalla mientras mascullaba entre dientes. Era de noche ya.

-Caóticos antirrutinarios… No sólo se ríen del orden y la rutina sino que además se ríen de mí… ¡De mí! ¿Cómo han hecho para que pueda perder la señal eléctrica de Tesla? ¡Pero si se puede detectar a kilómetros!
-¡Déjapho jefe!- Yolok habló con la boca llena de chocolate -¡Sino está, no está! ¡Yo paso de ir a buscarlo!
-¡Tu harás lo que se te diga, que para eso eres mi ayudante!

 De repente se puso serio y se acercó a la Corbata. Le miró tan fríamente que este no pudo evitar tragar saliva.

-No… Soy… Tu… Ayudante…
-¡Pero si me has llamado jefe!
-¡Le llamo jefe a todo el mundo!
-¡Serás desastre! ¡Eres casi tan antirrutinario como esos antirrutinarios!
-Paso del tema, me piro a hacer cosas guays.
-¡Oye! ¡Espera! ¡Te lo ordeno!

 Se giró y flexionó las rodillas. Entonces un golpe de aire salió de su trasero y le impulsó. Voló en una pose de absoluta libertad durante unos segundos y aterrizó en otra azotea.

-¡Nos vemos!
-¡Espera maldito desastre andante, no tendrías esa habilidad si no fuera por mi tecnología!- Suspiró desolado. Estaba solo en su cometido, ni siquiera haber conseguido que aquel boxeador se pusiera de su lado le servía en su propósito. Pero no se rendiría. La rutina es así.

 De repente notó que alguien le observaba. Al girarse vio que una sombra le miraba desde lo alto de una antena. Pese al hecho de su sorprendente capacidad de equilibrio la Corbata Gris no se dejó intimidar. Ni si quiera por el hecho de que ni la luz de la Luna y la ciudad en conjunto pudiese iluminar su cuerpo

-¿Otro sin una rutina que cumplir? Perfecto, hoy le pegas una patada a una piedra y te salen cientos...
-Tu…- Su voz era un molesto susurro -¿Buscabas a Tesla verdad…?
-Identifícate. No pienso revelarte información sino se encuentra sometido a una lógica conversacional.
-Dime… Dónde está…
-¡Identifícate!
-Dime…- De repente su voz cambió. Sonaba distorsionada, como si fuera una radio estropeada -¡DiMe DóNdE eStÁ! ¡DIMELO!

4 comentarios:

  1. Hale, con la sombra del final ya tenemos a todos los superhéroes de la historia. Ahora es cuando comienza lo bueno!

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  2. Joer como mola!! Gime me more!!! :D

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  3. Over!! ¡Quiero más! xD pa' mañana juro que acabo la portada (pero en escala de grises, sin entusiasmarnos -y para alegría de Tsu-)

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